su epoca de auge en la decada
del 90. En ese momento comienza
una preocupacien por esta acti
vidad por parte de empresas que
traian su impronta desde las casas
centrales en el exterior o de firmas
nacionales que, debido a su crecimiento,
debian sumarse a una cadena
de abastecimiento.
Este fenOmeno vino acompafiado
de una transferencia de tecnologia
que posibilit6 el desarrollo
de la logistica. Lamentablemente,
esta actividad tuvo un gran parate
a
partir de la prolongada recesion
y la posterior crisis de 2001.
Por eso hey nos encontramos
con un escenario donde existe en
divorcio entre sectores. Hay empresas
que han logrado modernizarse
y adecuar logisticamente ciertas
areas y otras que siguen operands
come en la decada del 70. Hay que
agregar la ausencia de una politica
nacional de transportes que resulta
en la imposibilidad de asumir la
logistica como un componente importante
de la economia por parte
del Estado.
A diferencia de la Argentina, hay
paises que hasta tienen un ministro
de Logistica, y otros como Uruguay
un pais chico con una economia
comparativamente mucho Inas pequetia
que la nuestra que han asumido
los roles logisticos hasta en su
mas alta conduccien nacional.
El sector .privado esta demostrando
que la capacitacion, la formacion
y la aplicacien de principios
logisticos permiten estar en
una posiciOn de ventaja cuando
vienen las crisis.
Pilotos de tormenta
No son garantia de exite. Hay
gente que ha desaparecido del
mercado pese a haber operado
bien y a tener sus recursos humanos
formados, pero indudablemente
estan mejor preparados quienes
respetan los principles logisticos
y se profesionalizan.
Un ejemplo de la falta de profesionalidad
se do en este memento
en el que tratamos de aprovechar, a
los apurones, la explosien de la soja
y los precios de ciertos commodities.
Pero realmente entrariamos en panic°
si alguien se dedicara de manera
objetiva a cuantificar los costos de la
falta de profesionalismo en las aperaciones
de nuestras exportaciones
y de lo que estamos pagando por ineficiencia
logistica. Hay un drenaje
permanente en el nivel de la economia
del Estado y de las empresas por
no conocer sus principios. De saberse
este, en un pais en el cual la estadistica
es poco usada, alertaria y haria
que muchos esfuerzos se pudieran
encauzar a obtener una mayor profesionalizaciOn.
En ese sentido, venimos trabajando
desde la FundaciOn para la
Formacian Profesional en el Transporte
en la capacitaciOn de los choferes,
por un lado, cumpliendo con
un compromiso asumido con el Estado
argentine de hacernos cargo
de su capacitacion obligatoria en,
lode el ambito nacional. Esto implica
que vamos a recibir por las
aulas de la Fundacien en nuestras
siete regiones y en nuestras
90 unidades academicas una media
anual de 100.000 choferes que
van a empezar a capacitarse. Somos
el Segundo pais de America
despues de Canada que tiene esta
capacitacion obligatoria. Por otro
lade, buscamos lograr lo que tendria
que haber side el icicle, que
es la obligatoriedad de formaciOn
de nuestros empresarios.
El autor es e