Los combustibles aumentarían entre 11 y 18 por ciento a partir del 1° de enero por la actualización de los impuestos.
Podría haber una postergación por decreto tras el acuerdo del programa Precios Justos.
El 1° de enero del 2023 deberá aplicarse un aumento del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC), correspondiente al tercer y cuarto trimestre calendario de 2021, y al primer, segundo y tercer trimestres de 2022, tal como lo determina el Decreto 561/2022.
Según el especialista en combustibles Cristian Bergmann, la actualización pendiente del componente impositivo totaliza 71,1 por ciento (18,8% para el período del 2021 y 52,3% para los primeros nueve meses del año en curso), considerando la inflación registrada en el Índice de Precios al Consumidor del INDEC.
Sin embargo, el sitio Surtidores consideró que de aplicarse, e incluyendo el aumento de 4% asentado por el programa Precios Justos, el incremento debería ser de 18 puntos porcentuales para las naftas y 11 para el gasoil, tomando en cuenta el valor de venta de la nafta súper y gasoil grado 2 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Pero tras el acuerdo del Gobierno con las petroleras sobre los precios cuidados, que establece el tope de incrementos en las pizarras de las Estaciones de Servicio, desde el sector no ven claro que se dé el ajuste del ICL y del IDL sino que esperan una nueva postergación por vía de un decreto del Presidente.
“Llama la atención la falta de previsibilidad sobre el sector minorista de combustibles en nuestro país, a partir del cual parecería que el largo plazo son los próximos tres meses”, sostuvo Bergmann.
Respecto de cómo influiría un nuevo aplazo, el especialista consideró que “impactará en la reducción de ingresos fiscales para el Estado Nacional, lo que acentuará el déficit presupuestario”.
Es decir que podrá afectar el desarrollo de las inversiones necesarias, ya sea para reponer el stock de capital, como también para generar innovaciones tecnológicas que mejoren la calidad del servicio.
