"Ya estamos viviendo el poskirchnerismo"

Raúl Ochoa, especialista en comercio exterior, dice qué le falta a la Argentina para ser "un emergente en serio".
Está convencido de que, "aunque no nos demos cuenta, ya estamos viviendo el poskirchnerismo". Dice que la jugada del oficialismo para promover las "candidaturas testimoniales" es un golpe de muerte al Poder Legislativo y que la falta de reacción de las elites locales ante atropellos institucionales como ése son los que no permiten que la Argentina sea "un emergente en serio".

Raúl Ochoa, docente de la Universidad Tres de Febrero y del Instituto de Comercio Internacional de la Fundación Standard Bank, cree que el comercio exterior de nuestro país tuvo más cambios cosméticos que profundos. "La Argentina tiene una presencia exportadora mayor, pero lo cierto es que desde el punto de vista de la estructura productiva y de comercio exterior, no varió demasiado", dijo.

-¿Qué nos falta para ser un emergente "en serio"?

-No costaría demasiado si se pudieran vencer los ataques institucionales permanentes. Ahí hay un problema de las elites argentinas porque hay muchas cosas que pasan que no tienen el rechazo enfático que deberían, como lo del Indec -un verdadero despropósito que nos ha dejado afuera del mundo-, o destruir todas las estadísticas de la Secretaría de Agricultura. Veremos si esto último de elegir a un candidato para que no asuma genera algún tipo de reacción. Es un verdadero disparate, porque si hay algo que está verdaderamente debilitado es el Poder Legislativo y esto es un golpe de muerte. No hay respeto institucional.

-¿Tiene que ver con una cuestión cultural y por lo tanto requiere de tiempo para cambiar?

-¡Desde la acción se puede provocar un cambio! Hoy con los medios electrónicos, cadenas de mails y demás, se puede movilizar a mucha gente para decir esto va hasta acá. Si vamos a esperar a que venga un cambio cultural, es como el sexo de los ángeles: nunca se producirá, porque además, el tema cultural no está siempre igual, va cayendo porque cada vez tenemos peor educación, no sólo pública sino privada. Aunque no nos demos cuenta, ya estamos viviendo el poskirchnerismo.

-¿Qué señales hay de eso?

-Es muy claro, el llamado plebiscitario no tiene el apoyo entusiasta de nadie del peronismo porque a nadie le conviene revalidar títulos de esa manera. Hay provincias enteras donde no tienen candidatos: Córdoba, Santa Fe, Capital. Néstor Kirchner precipitó los acontecimientos y hoy no le son favorables.

-¿Y qué le espera al país?

-Conociendo a los Kirchner, creo que tendremos problemas institucionales serios.

-¿De qué tipo?

-Y puede ser que Cristina renuncie, pero está Cobos y él tendría el apoyo de una coalición para continuar, no es el agujero de Chacho Alvarez.

-¿Y qué pasa con el comercio exterior en ese contexto?

-No evolucionó lo suficiente, parecía que iba cambiando pero no cambió mucho. La Argentina obtuvo mejores cifras básicamente por el impulso de los mejores precios internacionales y el crecimiento de las cosechas. La Argentina tiene una presencia exportadora mayor, pero desde el punto de vista de la estructura productiva y del comercio exterior, no varió demasiado. Sí varió la competitividad del agro, para mejor. Buena parte de las cosas que empezaron en la década del 90 dieron sus frutos en esta década, como las formas distintas de managment , el paquete tecnológico, el control satelital, la siembra directa. En industria seguimos siendo un país con algunos nichos importantes, como el vitivinícola, hubo mejoras en frutas, se incorporaron bienes de capital, algo en maquinaria agrícola, en electroelectrónica, en servicios, pero esos "algo más" no han cambiado sustancialmente la base exportadora.

Lo que sigue siendo muy fuerte es la existencia de grupos con tendencia defensiva que en etapas de crisis como esta se sienten con todo vigor, como textiles, calzados, parte de la metalmecánica, electrodomésticos, son alrededor de 8 o 10 sectores. Tienen poca base exportadora, pero un gran peso a la hora de las decisiones desde el punto de vista de la política.

-¿Porque son grandes empleadores?

-Son los sectores que tienen mayor cantidad de empleo y la particularidad de tener un peso importante en la toma de decisiones en la UIA pero, ¿por qué? La Argentina sufrió un fortísimo proceso de trasnacionalización de empresas en la década del 90 que continuó en esta década. Dada la situación que enfrentan las empresas trasnacionales aquí -control de precios, regulaciones-, tienen muy poca participación en las cámaras gremiales que pesan a la hora de dar indicaciones. ¿Dónde está Copal (Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios)? Lo que pasa es que, ¿cuántos de Copal son argentinos? Excepto Arcor y 10 o 15 empresas más medianas o grandes, el resto son trasnacionales. Entonces, surge una alianza de grupos fuertemente defensivos de determinados sectores que tienen problemas de competitividad que no se resuelven sólo con medidas defensivas sino
con un plan de reconversión y transformación. Como están, es difícil que progresen. Las medidas defensivas cubren un período determinado pero no son eternas, no deben serlo.

-Entonces, ¿lo que creíamos que era un comercio exterior floreciente era pura apariencia?

-Hay cosas que van mejorando. Hay empresas que dieron un salto pero no forman una masa crítica como para mostrar frente a los que piden tanta protección. Entonces se les da más trascendencia a las medidas defensivas. Por ejemplo, es impensable que un país en una situación internacional tan compleja, con dificultades de acceso al crédito como tiene la Argentina castigue a los exportadores no pagándole los reintegros ni la devolución del IVA cuando todos los países están tratando de ver cómo facilitan el trabajo a quien produce y exporta. El problema de hoy no es sólo que hay mercados cerrados, sino que hay que competir con otros países que tienen disposición para ayudar a sus exportadores con líneas de crédito.

 

21 -04 – 09  

deNeXos – MT

Fuente: La Nación