"La tentación proteccionista es inevitable" por Enrique Iglesias

Enrique Iglesias, ex presidente del BID cree que la crisis mejorará el posicionamiento de América latina.

Secretario ejecutivo de la Cepal, ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo durante 20 años y a cargo hoy de la Secretaría General Iberoamericana, Enrique Iglesias apoya sin medias tintas la creación del Banco del Sur, una entidad que el presidente venezolano Hugo Chávez ideó como una alternativa al FMI y otros organismos de crédito internacionales.

"Todo lo que signifique una nueva fuente de recursos es bienvenido. Hoy es tal la magnitud de los recursos de inversión requeridos que cualquier puerta que se abra con el sentido de apoyar a la región debe ser bienvenido".

Iglesias cree que la "tentación proteccionista es inevitable" cuando hay crisis y con ellas, desempleo. "Lo esperable es que los países tengan en claro que si hay algo negativo para salir de una crisis es el proteccionismo. La experiencia del 30´ es muy clara", agregó.

-¿Cree que la crisis afectará los procesos de integración?

-Los avances de la integración en América latina han sido erráticos en los últimos años, sobre todo los mecanismos formales. Ahí las cosas no han ido bien y las experiencias han sido frustrantes, pero hay otras formas de acción que no pueden descuidarse cuando se habla de la integración como esquema de cooperación regional, y estoy pensando en los grandes avances de las empresas multilatinas, por ejemplo, y de los programas de cooperación específicos en sectores como el energético e infraestructura. La vocación de cooperación existe. Hay que pensar no sólo qué hacer para que los sistemas de integración formal no se vengan abajo sino para, al mismo tiempo, ver cuáles serían los mecanismos prácticos para hacer cosas en materia de cooperación regional que alivien los impactos de la crisis.

-¿Cómo se reparte la responsabilidad entre el sector público y privado para encontrar respuesta a esos planteos?

-Tiene que haber iniciativa de ambos lados. Frente a una crisis de este tipo es aconsejable la mayor cooperación posible. El momento invita a que ambos dialoguen y encuentren soluciones prácticas para resolver los temas que nos preocupan.

-En varios países de la región hay diferencias entre el Estado y los privados. Venezuela nacionalizó empresas, la Argentina abolió el régimen de AFJP y reestatizó Aerolíneas…

-Primero, todo país tiene derecho de privatizar si lo desea, siempre que cumpla con los contratos que ha suscrito en forma adecuada. Esto no es nuevo, tenemos varios años en el mundo iberoamericano donde hemos conocido etapas en un sentido o en otro. Creo que lo primero es el derecho que tiene un país de proceder con las empresas ajustándose a derecho; de ahí para adelante actúan los intereses más generales. Es aconsejable que los países dialoguen, sobre todo aquellos que tienen tantas otras vinculaciones. Dialogar haría las cosas un poco más potable desde el punto de vista político.

-¿Es bueno para la región que Brasil consolide su liderazgo y oficie de vocero?

-Brasil ya es una potencia muy grande a nivel mundial. Está jugando en una gran cancha porque forma parte de los BRIC (Brasil, Rusia, India y China), grupo de naciones emergentes muy poderosos. Tiene un peso específico propio que se corresponde con su dimensión y la dinámica que ha tenido -y tiene- en los últimos años. Es natural que tenga una posición relevante en los mercados mundiales, eso le permite interactuar con América latina y es lo que se está insinuando cuando se ve la presencia del Banco Nacional de Desenvolvimiento (Bndes) en los otros países. Eso muestra que se han dado cuenta de que a partir de esa nueva dimensión y presencia tienen la oportunidad de hacer cosas creativas para fortalecer el comercio y la inversión regional, lo cual es muy refrescante.

-¿Cómo ve el hecho de que el Bandes tenga más peso que un banco regional como el BID, y el reclamo mundial de aggiornamento de los organismos internacionales de crédito?

-Los organismos regionales y mundiales de crédito -el Banco Mundial también- son muy importantes siempre, pero hoy mucho más porque cuando el crédito privado se reduce estos organismos deben tener un papel más activo y para eso hay que darles capital. Por eso es que la campaña por capitales para el BID me parece muy pertinente y es algo que debieran apoyar todos los gobiernos, porque nos importa mucho tener una fuente de recursos baratos y abundantes por vía pública para compensar el papel de los recursos privados. Si los organismos no han reaccionado más es porque no tienen plata para hacerlo, pero están actuando con inteligencia, flexibilizando sus políticas.

-¿Vislumbra señales concretas de que la crisis pasará?

-Las crisis siempre pasan, el problema es cuándo y cómo, porque quedan muchas cosas en el camino, pero soy un optimista histórico: después vienen cosas mejores. La historia muestra que aún tras las peores, como fue la del 30, quedan cosas positivas -desgraciadamente sólo para un grupo de países- como fue el Estado de Bienestar.

-¿Qué cosa buena puede dejar ésta?

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-El reposicionamiento internacional de América latina. Hay una clara reestructuración del poder económico mundial. Se ve con el reposicionamiento de China e India en el mundo, de Rusia y Brasil, y de los países que tienen mercados y recursos. Eso implica que el mundo que vendrá tiene necesariamente que reconocerle a esos países emergentes su cuota de poder en los organismos internacionales y en la definición de las nuevas reglas de juego que puede haber en materia financiera. Estos países tienen que tener una palabra mucho más fuerte que la que tienen ahora por su peso económico.

deNeXos – 17/06/09 – MT

Fuente: La Nación