Para combatir los delitos contra el transporte de carga, sería necesario afectar las finanzas de las organizaciones delictivas que cometen esos delitos.
Los especialistas en la persecución de hechos de piratería del asfalto consideraron que la posibilidad de ejercer algún tipo de perjuicio económico a las bandas que cometen esos hechos y la creación de una fiscalía especializada en el ámbito de la justicia porteña, podrían contribuir a acotar de manera importante la incidencia de ese delito.
En el Segundo Seminario Anual de Capacitación de la Asociación Internacional de Investigadores del Robo de Autos (Iaati, por las siglas en inglés de International Association of Auto Theft Investigators), que se llevó a cabo a principios de junio en el Edificio Centinela, sede de la Gendarmería Nacional Argentina, funcionarios judiciales y policiales aseguraron que la incidencia de ese tipo de delito había disminuido en los últimos años, aunque consideraron que se podrían aplicar medidas para avanzar en su combate.
Durante la mesa sobre “Seguimiento de hechos de piratería del asfalto”, el titular de la Fiscalía especializada en esos hechos del Departamento Judicial Zárate Campana, Fernando Flores, observó que “tras varias condenas y organizaciones desbaratadas, nos dimos cuenta de que ninguna organización es desbaratada por completo si no se la desabastece, desde el punto de vista económico, de toda su logística y estructura”.
Aseguró el funcionario judicial que estas bandas “pueden cambiar sus componentes, pero la estructura se mantiene y maneja, y hasta organiza, desde los centros de detención. Por eso, hoy nos centramos no sólo en la detención e imputación del hecho como robo calificado, sino después en el lavado de activos y el decomiso de todo instrumento u objeto que haya sido utilizado para el delito o sea producto de él”.
Las fiscalías temáticas sobre piratería en la Provincia de Buenos Aires fueron creadas en 2008 y desde entonces los casos ocurridos fueron en disminución. Edgardo Ledesma, titular de la Fiscalía especializada del Departamento Judicial San Martín justificó esa tendencia en que “el sistema anterior se dividía en turnos en el que un fiscal recibía todos los delitos que podían ocurrir en un período, sean robos, violaciones, homicidios. En ese contexto, la piratería y el robo de mercadería quedaba un poco rezagada por las urgencias de otros casos”.
Además, “la diseminación de casos podía impedir que un fiscal, como cualquier funcionario, tomara conocimiento de lo que pasaba en la zona. Desde la ‘tematización’ del Ministerio Público de la provincia, que permite que un fiscal o grupo de fiscales entienda en determinado tipo de delitos, lo que pasó fue que nos encontramos con toda la información junta, en un mismo lugar, donde los nombres, los lugares, los abogados se repetían, y podíamos empezar a unir mucha de esa información que antes estaba diseminada por 15 fiscalías”, dijo.
“Con este trabajo, con la especialización, hay muchos paradigmas, como el de las jurisdicciones, de la competencia y demás, que pueden superarse en pos de un éxito investigativo”, dijo Flores y agregó que desde diversos sectores se ha impulsado la posibilidad de que “en la Ciudad de Buenos Aires haya una Fiscalía que replique este modelo de concentración de información” para reprimir este tipo de delito.
Al respecto, Oscar Farinelli, responsable del Departamento de Seguridad, Fiscalización y Logística de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), reconoció que desde el sector se detectó una disminución de estos delitos, pero: “Hemos notado alguna debilidad de respuesta en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, aceptó.
Fuente: Transporte & Logística – La Nación
4 de julio de 2017 – ep