Establecida en 1969 y reestablecida en 1979, la fábrica de Ferreyra fue la primera en producir camiones en la Argentina.
Cada febrero es un mes especial para la fábrica de Iveco ubicada en la localidad cordobesa de Ferreyra. En ese mes, pero de 1969, la empresa construyó allí las instalaciones donde comenzaron a fabricarse las primeras unidades de origen nacional. Tras una mudanza momentánea a Sauce Viejo, Santa Fe, en 1979 la firma volvió a instalar la planta en Córdoba y desde entonces produce de manera ininterrumpida los camiones líderes del mercado argentino.
A mediados de los 60, a raíz de que en el mercado había una creciente demanda de camiones de mayor relación peso-potencia que los ofrecidos hasta entonces en la Argentina, el Gobierno convocó a una licitación internacional para la producción de vehículos pesados en el país. Dos de la nueve empresas que presentaron ofertas fueron autorizadas por el decreto 7921/67 a producir camiones y ómnibus de larga distancia: Fiat y Deutz, quienes luego formarían la actual Iveco.
Así fue como en 1969 se constituyó y comenzó su actividad la División Camiones de Fiat Concord -antecedente de Iveco Argentina S.A.- en la planta de Córdoba, provincia que ya se destacaba por ser cuna de las primeras experiencias de la industria automotriz argentina. Inicialmente, la producción de camiones se concentró en los modelos 619N y 619T, de tracción 4×2, a un ritmo de hasta tres camiones por día, es decir unas 800 unidades anuales.
Rápidamente la exigencia de la demanda orientó la decisión de introducir novedades en la producción de equipos. La primera fue la incorporación del 619N3E (antecesor del 697 y de los actuales Trakker), con tracción 6×4 y capaz de transportar 26 toneladas sólo el chasis, o 44 toneladas la combinación con remolque.
Se incorporó también la cabina “H”, se nacionalizó parcialmente el motor 8210 y se nacionalizaron por completo el eje anterior y la transmisión. Estos importantes cambios trajeron aparejada la necesidad de adoptar nuevas denominaciones para los modelos, pasándose entonces a llamar las versiones 4×2, 619N1 y 619T1, y las versiones 6×4, 697N y 697T.
En 1997, Iveco se abocó a un plan que implicó la modernización de su planta industrial de Ferreyra con el objetivo de quintuplicar la capacidad productiva, llevándola de los 2.000 camiones anuales que podía producir entonces a 10.000 unidades, e independizar la planta de motores. La visión estaba puesta en el acrecentamiento de la participación en el mercado local, donde tenía una porción de 15%, e intervenir con mejores posibilidades en el mercado de camiones pesados del Mercosur, especialmente en Brasil, con el Euro Cargo y el Euro Trakker.
En 2016, por la reglamentación vigente en el país, la fábrica comenzó a producir todos sus productos bajo la tecnología Euro V. Aprovechando la normativa, el equipo de ingeniería y producto rediseñó por completo todo el range ofrecido en Argentina, haciendo productos más robustos, eficientes, confortables y potentes.
En la actualidad, la planta forma parte de una estructura única en el mundo: el polo fabril del grupo CNH Industrial, que alberga además de la fábrica de camiones, las plantas de maquinaria agrícola y de la construcción de las marcas Case IH, Case Construction y New Holland Agriculture, y la planta de motores de FPT Industrial.
Con más de 75.000 unidades ya producidas, capacidad para fabricar 15.000 camiones al año, una extensa gama de productos con más de 40 versiones diferentes fabricados con la última tecnología, personal altamente capacitado y cumpliendo las normas de calidad requeridos por los exigentes mercados a los que sirve, la planta de Iveco de Ferreyra es un ejemplo de proceso industrial automotriz de la Argentina.
21 de febrero de 2017 – ep