Luego de concluida su etapa al frente del volante y de haber fundado categorías como el Super Car, la Fórmula Truck y la GTA V8, Roberto Argento viene desempeñándose desde el año 2000 como director de Logística de la Asociación de Corredores de Turismo Carretera (ACTC). En otras palabras: está a cargo de la organización de uno de los acontecimientos deportivos individuales más importantes del país, cuya asistencia promedio supera las 35 mil personas.
Bajo su responsabilidad se encuentra hasta el último detalle necesario para que los más de 40 pilotos que compiten en las 16 carreras del calendario del TC, sus equipos formados por más de 3.500 personas y todas las compañías que patrocinan la categoría, dispongan de las condiciones para preocuparse tan sólo por la búsqueda del éxito, sea deportivo o comercial.
De acuerdo con sus palabras, sin un aceitado trabajo en equipo no sería posible encarar un desafío de esta naturaleza: “En cada competencia de Turismo Carretera trabajan aproximadamente unas 160 personas y muchas de ellas lo hacen por la pasión, porque son fanáticos de la categoría y nos acompañan”, destacó.
Si la mística es “un condimento indispensable -como explicó- otro tanto ocurre con el planeamiento. A cada encuentro viajamos con 40 días de anticipación como mínimo, más allá de que al 100 por ciento de los circuitos los conocemos desde hace muchos años. Pero siempre hay algo nuevo por agregar; por ejemplo, los espacios para las nuevas empresas patrocinantes que se incorporan”.
“Llevamos a cabo una planimetría general que incluye el espacio destinado a las carpas estructurales para alojar a los casi 110 autos de carrera entre TC y TC Pista en el sector de boxes. Nosotros nos encargamos de diagramar esa distribución, para lo que se tiene en cuenta tanto el ranking de los pilotos como la presencia de los equipos”, especificó Argento.
No obstante, más que la cantidad de autos, son otras las cifras que dan la pauta real de la compleja logística involucrada cada tres semanas alrededor del país, desde Mar de Ajó hasta Posadas y desde Balcarce a las Termas de Río Hondo. “Cada equipo se maneja con no menos de tres vehículos pesados, de modo que alojamos en el sector posterior a los boxes alrededor de mil unidades, entre camiones, motorhomes, autos particulares y camionetas”, detalló.
Agregó que a eso hay que sumar “el suministro de energía eléctrica, a razón de 600 kva (kilovoltiamperios) por jornada, y también el agua potable para las más de 3.500 personas que viven de miércoles a domingo en los sectores de boxes” de los autódromos del Turismo Carretera.
El equipo de la ACTC a su cargo, también tiene la responsabilidad de disponer de la infraestructura necesaria para los sponsors que, como se sabe, son los que alimentan el negocio y contribuyen a que la categoría se mantenga en el Libro Guiness de los Récords como la más vieja entre las series de automovilismo de todo el mundo, con 72 años recién cumplidos el 5 de agosto pasado.
Mejora del servicio
Sin embargo, para el director de Logística de la ACTC el suministro más importante que aportan es “el conocimiento”. Un ejemplo de esa relevancia “es el tema candente” de la seguridad patrimonial. “En un predio de 200 hectáreas de un autódromo no es muy fácil vigilar las 24 horas del día. Pero la experiencia que nos dan los años nos permite informarles a los clubes o las sociedades anónimas que explotan los autódromos, por ejemplo, sobre los requisitos mínimos del personal de policía necesarios para el desarrollo de la carrera”, afirmó.
El Departamento de Logística de la ACTC cuenta con unos treinta proveedores que se responsabilizan desde el transporte hasta la instalación de carpas y sanitarios en boxes, pasando por las labores de imprenta, desarrollo gráfico y promoción. Todos estos elementos se confunde
n en el armado de un escenario adecuado para la práctica del deporte motor, que no lleva menos de doce días de trabajo por cada prueba.
“En algunos momentos del año, el TC corre cada catorce días y eso significa un problema, porque prácticamente no nos da el tiempo -subrayó Argento-. Por eso es que tenemos una cantidad variada de proveedores a quienes les informamos nuestras necesidades y fiscalizamos que se cumplan. Nuestro Departamento de Ingeniería y Arquitectura audita la instalación de las tribunas tubulares y cuando van montadas sobre tierra o césped se piden estudios de suelos a un topógrafo”.
“Permanentemente hacemos hincapié en ir mejorando el servicio y de hecho somos auditados por el Comité Ejecutivo de la ACTC en cada rubro. En los últimos dos años bajamos los costos entre un 15 y un 20 por ciento, justamente mediante la tercerización de casi todos los rubros, que además nos permitió mejorar la eficacia del servicio. Logramos que hubiera competencia entre los proveedores y eso creo que es muy bueno”, concluyó.
El desafío Buenos Aires-Caracas
La ACTC está trabajando para reeditar a fines del año próximo el mítico Gran Premio de América del Sur, que entre el 20 de octubre y el 8 de noviembre de 1948 unió los 9.579,4 kilómetros entre las capitales de la Argentina y Venezuela. Según trascendió, la nueva Buenos Aires-Caracas tendría un formato de cinco carreras: dos en autódromos de nuestro país y el resto en Perú, Ecuador y Venezuela. Competirían tanto el TC como el TC Pista, y se prevé que los autos se transporten en unos 150 camiones, que irían en caravana junto con las casas rodantes y los micros de los equipos.
“Es una carrera que requiere no menos de ocho meses de planificación. De hecho, estuve en las 24 Horas de Le Mans y a ellos les lleva un año. La logística es un tema terriblemente complejo, pero no imposible. Tenemos la facultad para hacerlo y estamos estudiando de qué manera”, señaló Roberto Argento, director de Logística de la ACTC.
Redacción Expotrade -NG
para el Suplemento Transporte & Logística-Diario La Nación
Bs. As. 25-08-2009
