Llegó el momento de terminar con esos sordos combates de todos los días

No son pocas las veces que ciertos mensajes disefiados para obtener una respuesta determinada en el sector que se trate, obtienen como resultado, justamente todo lo contrario. Esta suerte de paradoja comunicacional se ve, con cierta frecuencia, en las publicidades comerciales y en algunas campafias politicas. Esa parece haber sido la suerte corrida por los esfuerzos oficiales durante el pasado 2007 vaya paradoja»Aft de la Seguridad Vial» en la Argentina.
Los resultados han sido inocultablemente lamentables. Se han incrementado los accidentes y las muertes, lesiones y consecuencias humanas y materiales como humor negro al margen si la consigna hubiese sido la de aumentar posiciones en el podio de aquellas sociedades que despilfarran su capital humano en hechos de naturaleza poco heroica, si los hay.
De mas esta decir que esta no ha sido la intention de la administraciOn del Estado al destinar recursos hacia una campafia que no necesito instalar el tema en su sociedad, pues el mismo nos despierta cada mafiana con imagenes dantescas de aceros retorcidos, asientos eyectados y restos esparcidos por banquinas y cintas asfalticas.
Desde largo tiempo atras venimos insistiendo que el de los hechos de transit° es un problema complejo que, como tal, requiere soluciones que no se ob

tienen Unicamente al difundir un buen corto publicitario. La revision y armonia de la distinta legislation vigente, la educaciOn, la fiscalizacion y el estado de la infraestructura juegan un papel de interconexinn que no puede eludirse.
La inyeccion en el mercado local de cientos de miles de vehiculos, consecuencia a Dios gracias del crecimiento de la economia, no es un detalle me
No habra
Ilegado la hora de proponernos la responsabilidad de comenzar a mejorar en pequelios
grandes detalles, aquellos que hacen Ia diferencia entre la vida y Ia muerte?
nor ni gratuito.
El inicio del ario en curso nos ha mostrado, en poco menos de un mes, la gravedad que esta tomando el asunto. El temor que la rutina y el no hallar horizontes de soluciones contundentes a la mano, nos lleven a acostumbrarnos a esta suerte de imagen diaria de una Bagdad sin bombas, pero casi con su mismo drenaje de vidas humanas, debe movilizarnos a todos.
La comunidad vial es la que

esta colapsada. Yen esto no podemos enfocarnos solamente en la responsabilidad del Estado. Conductores profesionales, automovilistas, motociclistas, ciclistas y peatones se muestran afanosos en procura de crear situaciones de riesgo en cada rincon de las canes y rutas.i,No habra llegado la hora de proponernos, en la intimidad de nuestra individualidad ciudadana, la responsabilidad de comenzar a mejorar en pequerios grandes detalles, aquellos que son la diferencia entre la vida y la muerte? Conservar la derecha, mantener las distancias de frenado, anticipar las maniobras con las serializaciones debidas, respetar las velocidades maximas, usar casco, colocarse los cinturones de seguridad, cruzar por las esquinas, en fin, serian concretas acciones que nos relevarian de aguardar todo de los demas.
Podria ser un gran aporte para que las rutas argentinas dejen de meter miedo. Las rutas son para acercar, para comunicarse, para transportar personas y bienes. No pueden ser un campo de combate. Esta en cada uno de nosotros la responsabilidad ele¬mental que Naga que este verdadero drama comience a desaparecer del listado de nuestras mas horrendas y contemporaneas debilidades.
EI autores Presidenteclela Funded& Profesional para elTransporte (FPT)