En Rosario comenzaron a circular colectivos impulsados por biodiesel, en una prueba cuyos resultados permitieron que la experiencia fuera ampliada.
Desde julio pasado, dos colectivos de Semtur prestaron servicios en la ciudad de Rosario con B100, es decir biodiesel al 100% y, desde la semana pasada, otras 140 unidades comenzaron a circular en Santa Fe con B25, compuesto por 25% de biocombustible y 75% de gasoil. El objetivo final es que, en base al resultado de esta prueba, la autoridad de aplicación del Gobierno Nacional permita el uso de estos combustibles en el transporte público en todo el país.
La provincia de Santa Fe y la Municipalidad de Rosario brindaron detalles de los primeros meses de la experiencia BioBus, un proyecto coordinado por la Secretaría de Estado de la Energía de la provincia, el municipio, las empresas de transportes Mixta y Semtur, la Cámara Argentina de Biocombustiles (Carbio), la Cámara de Empresarios Regionales Elaboradoras de Biodiésel (Cepreb) y la Consultora ALG.
La actividad se llevó a cabo en la intersección de bulevar Oroño y Avenida Lugones, en el Parque Independencia de Rosario.
La secretaria de Estado de la Energía, Verónica Geese, afirmó: “Podríamos hablar horas de cómo los biocombustibles en general, y el biodiésel en particular, cierra desde donde se lo mire. No hay nada que pueda decirse en contra de aumentar el corte y ser parte de una matriz energética que el mundo está reclamando, ampliando las energías renovables”.
Geese agregó que “es posible trabajar en conjunto no sólo para defender a una industria (la del biodiésel), sino por los temas ambientales y de salud”.
El titular de la Consultora ALG, Alberto Garibaldi, destacó que “estos colectivos no tienen ni siquiera el olor a gasoil. Hablando con los choferes -continuó-, si no le decíamos que estaban funcionando con biodiésel, ellos no se daban por enterados porque no tuvieron ningún problema”.
Garibaldi aclaró que “esta es la primera experiencia que se hace en Argentina y una de las primeras en el mundo con este porcentaje de B25. Que Santa Fe empiece esta experiencia inédita y que pueda transmitirla a todo el país, creo que es una contribución a lo que es el mapa energético, a la calidad y a la economía energética nacional, en ese orden”.
“Todas las pruebas que estamos haciendo son elaboradas teniendo en cuenta los mismos parámetros utilizados por las terminales automotrices del mundo y proveedores. Son normas de ensayo internacionales que nos dan la seguridad de que al terminar esta prueba, podemos elaborar un informe que tiene calidad internacional”, afirmó.
Informó que cada unidad que funcionan a B100 reduce la contaminación ambiental mensual en el orden de las 8,5 toneladas de dióxido de carbono, mientras que cada colectivo que funcione a B25 lo hará en 1,9 toneladas. “De esta manera estamos contribuyendo con 400 millones de litros o 400 mil metros cúbicos de dióxido de carbono menos que estamos emitiendo al medio ambiente”.