Las dificultades de la economía no solo afectan a los transportistas argentinos, sus colegas brasileños –con no poco optimismo- analizan como será el año próximo.
Con la posibilidad de estanflación, en 2022 Brasil enfrentará un período con altas tasas de inflación.
La pandemia de Covid-19 cambió el escenario mundial, afectando directamente los principales sectores de la economía de Brasil y según datos del Focus Bulletin, la estimación para finales de 2021 es un crecimiento del 4,80% en el Producto Interno Bruto (PIB) respecto del año pasado.
Sin embargo, las expectativas para 2022 no son las más alentadoras para la economía brasileña. El Banco Goldman Sachs advierte un escenario de alta inflación y condiciones monetarias más estrictas, por lo se puede esperar un aumento de solo 0,8% de todo lo producido en Brasil el próximo año.
Con la posibilidad de estanflación (alta inflación y crecimiento estancado con altos niveles de desempleo), en 2022 el país enfrentará un período con altas tasas de inflación, varias actividades económicas importantes para Brasil pueden no poder permanecer en el mercado, debido al alto costo de producción y los recursos necesarios para la actividad.
Para el transporte de mercancías por carretera (TRC), la situación se encuentra en un escenario más optimista. Según una encuesta realizada por el Radar de la Confederación Nacional del Transporte (CNT), el PIB del transporte creció 3,6% en volumen en el primer trimestre de 2021. El segmento enfrentó un repunte de la agroindustria, que debiera continuar el próximo año.
El presidente de la Unión de Empresas de Transporte de Mercancías y Logística del Oeste de Paraná (Sintropar), Antonio Ruyz, refuerza la importancia de la zafra estival, además de la perspectiva de exportar a través del Puerto de Paranaguá.
“Nuestra región tiene una gran relevancia e importancia en la economía de Paraná, ya que está enfocada en la agroindustria. Contamos con grandes cooperativas. Con el aumento de la producción en 2022, el transporte también debe contribuir al flujo del producto primario. Por lo tanto, estamos muy confiados y optimistas para el próximo año”, dijo Ruyz.
Uno de los factores que contribuyó a tal crecimiento en el sector fue la evolución del mercado, que en los dos últimos años ha obligado a las empresas a reinventarse para mantenerse, debido a la pandemia. El comercio electrónico se ha convertido en una necesidad para los transportistas, ya que posibilitó la entrega de alimentos, hospitales y otros segmentos a la sociedad.
Al notar estos cambios, Diego Nazari, director comercial de Sintropar, apreció que el comercio electrónico ha sido un gran contribuyente para las empresas de transporte, ya que ha permitido a los camioneros profesionales seguir ejerciendo sus actividades.
Observó que “en el transporte, especialmente en esta modalidad en la que operamos, nuestro principal negocio es vender. Para ello, necesitamos inteligencia con la que podamos entender el comportamiento del consumidor, identificando dónde se encuentra y qué carga está buscando y, por tanto, conociendo el perfil de ruta del conductor”.
“Así, la plataforma de comercio electrónico trae estas soluciones para que podamos ser más asertivos a la hora de buscar el conductor ideal para una ruta determinada, de modo que el flete se calcule de forma correcta y justa ”enfatiza Nazari.
Dificultades
2021 también estuvo marcado por constantes incrementos en los insumos para la actividad en el occidente de Paraná. Para Ruyz: “Durante los últimos 12 meses, el transporte de cargas ha experimentado un aumento muy significativo en sus insumos, y esto ha traído una gran brecha al sector”.
“Nuestra mayor dificultad, analizando el escenario 2022, es repercutir este costo operativo, como el aumento del Diesel, la mano de obra y el mantenimiento de camiones, ya que son factores que no podemos controlar”, concluyó.
El presidente de la organización también afirma que los transportistas deberán reinventarse en 2022. Serán necesarios ajustes adecuados para que las empresas se mantengan en el negocio, ya que no hay previsiones de una reducción en los costos de insumos, lo que conducirá a un aumento en los costos operativos y un nuevo cálculo del flete a los clientes.