Jimena Zibana*
Se consolida cada vez más un cambio de mentalidad en el que las empresas son protagonistas en la resolución de los desafíos ambientales y sociales.
Alinear la sustentabilidad a la estrategia de negocios implica un cambio cultural, disruptivo para el rol tradicional del sector privado en la sociedad.
Cada vez son más las empresas que reconocen su éxito pensando de modo integral los resultados económicos, ambientales y sociales. Esta nueva forma de interpretar el negocio encuentra motivaciones superiores a los incentivos económicos y entiende a la sustentabilidad como un pilar fundamental para garantizar el éxito de las organizaciones en el largo plazo y crear valor para la sociedad.
Las empresas, como sistemas de organización de personas,internalizan y cristalizan los intereses de una sociedad, cada vez más informada y con mayor conciencia respecto de la magnitud de los desafíos medioambientales y sociales.
Esta cristalización entiende que para lograr el éxito a largo plazo es fundamental la gestión de los aspectos ambientales, sociales y de gobierno corporativo, y se manifiesta en el rol activo del sector privado que comienza a pensarse bajo la premisa de qué modo las empresas pueden maximizar sus impactos positivos.
En este contexto, integrar la sustentabilidad en el modelo de negocio es un aspecto central en el relacionamiento de la compañía con sus grupos de interés y una oportunidad para trabajar en el desarrollo de un propósito que trascienda la búsqueda exclusiva de resultados económicos.
El 2019 fue un año clave en representar esta vinculación. El impulso a las finanzas sostenibles puso la atención en modelos de negocio que persiguen resultados no sólo económicos, sino sociales y ambientales.
Las iniciativas, como la de la Business Roundtable, organización que reúne a los líderes de las mayores corporaciones de Estados Unidos, de reconocer que el propósito de las compañías trasciende la búsqueda exclusiva de maximización de los beneficios de los accionistas, el auge de las Empresas B a nivel mundial y, a nivel nacional la firma del protocolo de finanzas sostenibles por parte de bancos que representan el 75% del crédito bancario del país, demuestran que se está afianzando un cambio de mindseten el que las empresas son protagonistas en la resolución de los desafíos ambientales y sociales.
Alinear la sustentabilidad a la estrategia de negocios implica un cambio cultural, disruptivo para el rol tradicional del sector privado en la sociedad. Además, permite, no sólo gestionar responsablemente los impactos y crear valor para los grupos de interés, sino que promueve la incorporación de tecnología, la optimización de recursos, la reducción de costos, la posibilidad de insertarse en nuevos mercados, acceder a financiamiento y mitigar los riesgos de modo más eficaz, al considerar el contexto amplio del negocio, contemplando los aspectos ambientales, sociales y de gobierno corporativo.
En la Argentina, el desafío es dar continuidad a esta vinculación intrínseca y generar líneas de acción concretas a través de la colaboración entre los distintos actores. Potenciar el compromiso de integrar la sustentabilidad en las distintas organizaciones, tanto en las empresas, como en los gobiernos y las organizaciones sociales es fundamental para promover un modelo de desarrollo basado en valores y con capacidad de respuesta a los desafíos actuales y futuros.
* Responsable de Sustentabilidad en Plaza Logística