A fin de acrecentar sus operaciones y base de negocios en el país, hoy la compañía apuesta y observa con gran expectativa el proyecto de Vaca Muerta, donde hizo una inversión en el yacimiento El Orejano, en conjunto con YPF. Sin olvidar las carencias en infraestructura y los desafíos logísticos, Hugo Bernardi, director de Cadena de Suministros para América latina, afirmó que en Dow confían «mucho en la potencialidad y en los recursos» argentinos.
Bernardi es ingeniero químico. Hace 34 años trabaja en Dow. Además de la Argentina, se desempeñó dos años en Brasil y otros cuatro en los Estados Unidos, pasando por las áreas de investigación y desarrollo, ventas, marketing y gerenciamiento de productos. A partir de 2001, comenzó a trabajar en el sector de planeamiento de producción y logística.
—¿Cuáles son las funciones que abarcan el área que lidera? —Tienen dos aspectos: el de planeamiento de la producción y el de la logística y distribución. La primera posee una estructura matricial, en la cual, por un lado, está la parte del negocio, la geografía y, por el otro lado, la función. El negocio define la estrategia, en la geografía se implementa y la función es la que soporta esa implementación. —¿Con qué productos operan? —En la Argentina manejamos diferentes tipos, que van desde el polietileno hasta los agroquímicos, entre otros. La logística de Dow se divialgunos de dependiendo del producto. El de mayor volumen es el polietileno, que se produce en las plantas de Bahía Blanca, y por el cual nuestra logística es multimodal. Operamos con trenes, camiones y transporte marítimo, a través de terminales de distribución. —¿Cómo es una operación logística cotidiana en Dow? —Tomemos como ejemplo al polietileno, que es el producto más relevante. Se producen entre 550.000 y 600.000 toneladas por año. El 95% se empaca en bolsas de 25 kilos, que se paletizan en el área de embolsado y de ahí van a los contenedores. Por día, entre 45 y 50 de esas unidades son colocadas en una formación de Ferrosur Roca, socio logístico en ese modal. La carga va a un centro de distribución, en la localidad bonaerense de Abbott (cerca de Cañuelas), donde se distribuye al mercado local. De lo que se exporta principalmente a Brasil sigue en tren hasta el puerto de Buenos Aires (TRP), donde contamos con una frecuencia de dos buques semanales, aunque cierta parte de lo que se vende al exterior sale directamente por Bahía Blanca de forma mensual. —¿Cuáles son los proyectos de Dow en el país? —Como compañía confiamos mucho en la potencialidad y en los recursos que tiene la Argentina. Ahora comienza un proceso de explotación en Vaca Muerta, en Neuquén, por lo que tenemos altas expectativas de que esos yacimientos se puedan explotar en todo su potencial. Nos permitiría expandir las operaciones y la base de negocios en el país. Hemos hecho una inversión, en conjunto con YPF, en el yacimiento El Orejano, que por el momento ha dado muy buenos resultados. —¿Qué servicios tienen tercerizados? —Para nuestra infraestructura estamos asociados con ciertos proveedores logísticos, con los cuales hay contratos a largo plazo. El actual proveedor que opera la mayor parte del proceso es Celsur Logística. Hay otras empresas, dependiendo de los productos, porque en casos se necesita otro tipo de infraestructura, como en los químicos líquidos. A diferencia de los sólidos o polietileno, mucha carga se mueve a granel. La logística del agro tiene una independencia de movimientos que la divide del resto. —¿Cómo controlan el proceso de tercerización? —Ese es un tema prioritario. Tenemos un grupo especializado en impacto ambiental, seguridad de los productos e higiene industrial. La compañía cuenta con estándares de calidad para cada uno de los productos, dependiendo la peligrosidad. Para definir un proveedor hacemos una auditoría. En la mayor parte de los casos, los requisitos son más estrictos que en las legislaciones locales. Si es aceptado, periódicamente se lo sigue auditando. —¿Cuál es su análisis sobre el funcionamiento de la actual cadena logística en el país? —Nuestra experiencia es muy buena. Trabajamos con compañías que tienen una alta profesionalización y que conocen muy bien el mercado logístico. Monitoreamos continuamente el sector para tratar de obtener el mejor servicio. También intentamos establecer contratos a largo plazo con los proveedores para que se integren y entiendan cuáles son los procesos de trabajo. —¿Qué desafíos tiene el sector a futuro? —En la medida en que haya en la Argentina un mayor crecimiento, la infraestructura de hoy no alcanza. A futuro, va a tener que acompañar el crecimiento del país, en general, y de la industria, en particular. Sí tuvimos una experiencia muy positiva con el tren en los últimos 14 años. El desafío es ver si esa experiencia se puede expandir un poco más, porque hace mucho tiempo intentamos utilizar el tren para exportaciones a Brasil, pero no fue muy alentador. Hubo problemas de servicios. Por eso lo dejamos de utilizar para ese destino. Pero el Ferrosur Roca mantuvo su nivel a lo largo del tiempo. Tratamos de contar con la mayor cantidad de opciones para que la distribución sea de forma más efectiva y eficiente, con las ventajas de cada modalidad. —¿De qué forma promueven la formación de los operarios? —Con las empresas que trabajamos nos ocupamos de que tengan un estándar superior y el nivel es excelente. Inclusive, tenemos un programa para toda América latina que premia a los proveedores logísticos de la compañía que cumplen con determinados estándares de calidad, la sustentabilidad o el impacto ambiental. Hace poco se hizo en Brasil y también se hará en la Argentina y en México. Además, junto con esas empresas, premiamos cada año a los operarios que hayan tenido un desempeño superior. Por otra parte, se realiza capacitación interna, como en higiene y seguridad.