Argentina y Brasil siguieron distintos caminos en su integración en el Mercosur, en una integración beneficiosa según la Cepal.
Desde la creación del Mercosur, la integración productiva entre la Argentina y Brasil tuvo caminos diversos en su especialización vertical, según un estudio realizado por la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal).
El documento analiza la integración productiva entre Argentina y Brasil mediante la información provista por las matrices insumo-producto interpaís de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) y respondió a un proyecto de cooperación técnica realizado entre la Oficina de la CEPAL en Buenos Aires y la Unión Industrial Argentina (UIA).
Según el análisis, que comprende el período 1995-2011, la Argentina tendió a especializarse en la exportación de bienes finales (58,1% de las ventas bilaterales) y Brasil como proveedor de bienes intermedios (56,6% de sus envíos), lo que contribuyó a que el efecto multiplicador asociado a las exportaciones bilaterales resulte mayor para Brasil que para Argentina.
En cuanto a la incidencia de los insumos de origen asiático -chino en particular-, mostró un avance más significativo en la producción brasileña –superó el 25% de todo el contenido extranjero- que en la argentina, donde la porción asiática alcanzó al 14,5% del contenido extranjero total.
En Brasil, tendió a desplazar las importaciones desde Argentina (que pasaron de 6,3 a 3,2% del contenido extranjero. En Argentina, en cambio, el aumento de la importación de insumos asiáticos no desplazó a las brasileñas, que incluso se expandieron de 14,7% a 21,5% total extranjero.
Del estudio se desprende que la relación bilateral entre Argentina y Brasil constituye, más allá de ciertas asimetrías, un caso de complementariedad productiva virtuoso, en actividades de mayor complejidad tecnológica relativa, más centrada en el sector manufacturero que en las actividades extractivas o agropecuarias que priman en las exportaciones de ambos hacia terceros países.
De todos modos, desde el punto de vista del aprovechamiento de las economías de escala y especialización, parecen ser más los desafíos que los logros obtenidos, añade el informe que recomendó el establecimiento de una agenda más coordinada y eficaz para ampliar el alcance del comercio del bloque al resto del mundo y posicionarlo en segmentos ventajosos de las cadenas globales de valor.