Durante marzo, dos operadoras de drones internacionales presentaron sendos sistemas que podrían comenzar a hacer repartos en los próximos meses.
La entrega mediante drones, que alguna vez fue una novedad, podría convertirse en algo común dentro de pocos años.
Zipline y Wing, dos empresas internacionales de entrega mediante drones, están ampliando sus operaciones para preparar la implementación de sus operaciones a gran escala en los Estados Unidos a partir del próximo año, según una nota de Joann Muller en Axios.
Para Muller, los sistemas nuevos y más sofisticados de las empresas “son una señal de que la industria está madurando y que la entrega mediante drones, que alguna vez fue una novedad, podría convertirse en algo común dentro de pocos años, suponiendo que se eliminen los obstáculos reglamentarios”.
La autora explicó que “Zipline presentó el miércoles su dron de entrega de próxima generación, que incluye un droide autónomo bajado por una correa para entregar suavemente un paquete, precisamente en el lugar donde se espera.
Una semana antes, Wing, propiedad de Alphabet, presentó su Wing Delivery Network automatizada, que “está diseñada para desplegar drones con la misma eficiencia con la que Uber despacha a los conductores”, aseguró.
Se espera que el uso de drones eléctricos, en lugar de humanos conduciendo vehículos a nafta de casi una tonelada, para entregar paquetes que dos kilogramos y medio sea más rápido, más barato y mejor para el planeta.
La entrega con drones está disponible en un puñado de ciudades de estadounidenses, pero el servicio sigue siendo limitado ya que la Administración Federal de Aviación desarrolla reglas para volar esos artificios, más allá de la línea de visión de los operadores.
Detalles
El nuevo sistema de drones de Zipline se desarrolló silenciosamente durante los últimos tres años, ya que realizó unas 500.000 entregas autónomas con su dron original en forma de avión que se catapulta para iniciar el vuelo y deja caer paquetes en paracaídas.
El nuevo diseño todavía se parece a un avión, pero usa rotores para despegar y aterrizar en una nueva base de descarga que se puede fijar al costado de un edificio.
Mientras se cierne en silencio a 100 metros sobre su destino, el dron libera un droide de su vientre con una cuerda. El droide tiene sus propios sensores y hélices que le permiten dirigirse a la ubicación correcta, incluso en condiciones de viento.
Esa precisión permite realizar entregas directamente en una puerta, un patio o una mesa de jardín, algo importante para las entregas a domicilio en áreas congestionadas.
Cada dron, o «Zip», tiene un radio de servicio de 15 kilómetros mientras transporta una carga útil tres o tres kilogramos y medio. También pueden volar hasta 40 kilómetros de una base a otra, cargando en cada una antes de recoger su próxima entrega.
Las pruebas con alrededor de 100 drones continuarán durante este año, con el propósito de iniciar las primeras entregas a clientes en 2024.
Mientras tanto, Wing ha desarrollado su propia red dinámica que le permite responder a la demanda según sea necesario. En lugar de realizar vuelos únicos de punto a punto, los drones de Wing vinculados podrán recoger, dejar, viajar y cargar en cualquier patrón que tenga más sentido para todo el sistema.
Wing también presentó un «cargador automático» para colocar fuera de un comercio o restaurante que incluye un gancho donde los empleados pueden enganchar paquetes sin esperar a que llegue el dron, que se enviará para recoger el pedido automáticamente, como un conductor de entrega de pedidos.