El sector dejó de caer y anticipa un repunte para los próximos meses.
La quinta edición de la convención ProTextil se convirtió en un gran foro de defensa de las restricciones a las importaciones. Funcionarios y empresarios de la cadena de valor textil se ocuparon ayer de resaltar que esas medidas fueron fundamentales para que el sector -cuya actividad cayó el 13% en el primer semestre- hubiera comenzado un repunte en la segunda mitad del año.
De hecho, 162 de las 360 licencias no automáticas de importación dictadas por el Gobierno corresponden a productos textiles. Sólo este año se dictaron 96 de esas normas que desalientan la importación de textiles (en muchos casos, demoran algunos meses la operación), especialmente de China e India.
Luego de seis años con tasas de crecimiento en torno al 12%, 2008 terminó con un verdadero mazazo para la industria textil: una caída del 25%, producto de la combinación de la crisis internacional, la retracción del consumo por el conflicto del campo y, según se encargaron de destacar ayer, de un récord histórico de importaciones de productos textiles e indumentaria, que llegó a US$ 1623 millones, un 50% más que en el pico de la convertibilidad, en 1998.
"Para el segundo semestre del año, prevemos una mejoría, que no va a ser superior al 5 por ciento", dijo Mariano Kestelboim, economista de la Fundación Pro Tejer, organizadora del evento. La producción de denim (tela de jean), la hilandería de fibras sintéticas y la hilandería de algodón son algunos de los rubros que están liderando la recuperación y en los cuales se han formulado anuncios de inversiones para ampliar la capacidad de las fábricas. Según Kestelboim, "ya se han vaciado los stocks" de importaciones acumulados en 2008, y eso permite la recuperación de la producción nacional. Las importaciones de textiles, según estimó, caerán un 30% durante 2009.
A tono con el discurso kirchnerista, varios expositores acusaron a los medios de malinterpretar el sentido de medidas como las licencias no automáticas. El presidente de la fundación, Pedro Bergaglio, denunció una campaña "para engañar a la opinión pública" y cuestionó a LA NACION, sin nombrarla, por una ilustración publicada el domingo. "No es que no se puede importar. Quiero pensar que es un error porque querer engañar a la opinión pública hablaría muy mal de ellos", dijo, ante unos 1200 asistentes, entre los que se encontraban varios directivos de la Unión Industrial Argentina (UIA).
El propio responsable de aplicar las licencias, el subsecretario de Política y Gestión Comercial, Eduardo Bianchi, también rechazó "lo que interpretan algunos periodistas" y destacó que no son una "prohibición de importar", sino un mecanismo previsto por la Organización Mundial del Comercio (OMC) para combatir la competencia desleal.
Hasta Juan Carlos Blumberg, que concurrió en carácter de "asesor" de empresas textiles, elogió al Gobierno: "Por suerte, hay cierto cierre de importaciones de China y demás países, que estaban a precios irrisorios".
Otras políticas del Gobierno, sin embargo, no son tan ponderadas por la industria textil. Durante la pausa para el almuerzo, en uno de los restaurantes de la Rural, un fabricante de elásticos que vende parte de su producción a un país vecino se quejaba de que el Estado no paga a término los reintegros a las exportaciones. "Y si los reclamás, te mandan una inspección de la AFIP. Nosotros, por eso, no los pedimos, porque siempre algo te encuentran", se sinceró.
deNeXos – 28/08/09 – MT
Fuente: La Nación