El uso de aplicaciones telemáticas puede generar importantes ahorros a las empresas de transporte.
Dos especialistas refieren a las posibilidades de controlar los hábitos que afectan el consumo e impactan en los costos operativos.
El control de la velocidad de un vehículo puede generar ahorros de hasta 10% en el consumo de combustible, mientras que las mejoras en los hábitos de conducción pueden significar una disminución de entre 3 y 5% más en los gastos en ese rubro.
En ese sentido, según datos de la Agencia de Protección Ambiental y el Departamento de Energía de los Estados Unidos, los malos hábitos de conducción y las deficiencias en la gestión del combustible pueden generar gastos superiores a los 2.300 dólares por año en cada vehículo de una flota.
Al respecto, Gabriel Petracca, especialista telemático de Location World, consignó que “gestionar correctamente el combustible de una flota de unos 20 vehículos puede representar ahorros de aproximadamente 46.000 dólares, además de evitar el exceso de emisiones contaminantes al medio ambiente”.
Tras precisar que, según datos de Cesvi, cada 24 segundos se produce un siniestro de tránsito en la Argentina y que 89,55% de ellos se vinculan con el comportamiento humano, Petracca puso el énfasis en que “por cada dólar que genera un incidente, hay otros tres asociados de manera indirecta”.
El especialista explicó que esos gastos asociados se dan, entre otras cosas, por la pérdida de productividad, mayores primas de seguros, daño de la imagen corporativa, publicidad negativa, reclamos de indemnizaciones laborales y gastos por litigio. “Por eso, la mejora de los hábitos de conducción influye en mucho más que en el consumo de combustible”, enfatizó.
Herramientas telemáticas
Por su parte, Jonathan Calderón, jefe comercial Perú de Location World, quien acompañó a Petracca, en un webinario organizado por esa empresa, junto a YPF Ruta y Expo Transporte, consignó que “manejar de manera responsable puede generar un ahorro potencial de combustible de 3%” y afirmó que cada 10 kilómetros por hora en exceso de velocidad ese consumo se incrementa entre cinco y 10%.
También sostuvo que, a través de las herramientas de telemática aplicadas a las flotas de camiones, “se pueden identificar patrones de manejo para tomar acciones, como capacitar a los conductores que lo necesiten o premiar a los choferes buenos. Entonces, tenemos un ahorro potencial de 10%, controlando la velocidad y de entre 3 y 5%, observando los hábitos de conducción con estas plataformas”.
Según Calderón, “los estilos de conducción afectan directamente los costos operativos de una empresa. Para mejorar la eficiencia en las operaciones, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos recomendó, entre otras cosas, evitar el ralentí, que impacta en un ahorro de cuatro por ciento; optimizar las rutas de los recorridos, que alcanza a 12%, y estar en la marcha correspondiente durante el trayecto, que puede disminuir 3% el consumo de combustible”.
“La empresa puede recopilar estos datos a través de los elementos de telemática conectados al computador del vehículo. Las marcas hoy tienen una serie de elementos de control y permiten incorporar más sensores”, destacó.
Calderón relató que “con un conector del GPS se obtiene un detalle del consumo total de combustible desde el sensor que está en los inyectores. Con el nivel instalado en el tanque, se conoce cuánto se pierde con el vehículo en ralentí, y lo mismo con la cantidad de revoluciones por minuto para considerar el buen uso de las marchas de la caja de cambios”.
También aseguró que se pueden detectar fallas mecánicas. “Los datos de la temperatura del motor, recopilados a través del conector, muestran si el radiador está operando bien o si está tapado o averiado, para decidir realizar el servicio mecánico necesario”, dijo.
En cuanto a la optimización de la ruta, el profesional explicó: “Hay varias formas de hacerlo. La más simple seria controlar que los vehículos de la empresa no pasen por puntos no autorizados. La idea es usar rutas que permitan tener el mejor rendimiento”.
En otro sentido, Calderón refirió que “del sensor de la boya del tanque se obtienen los datos de consumo de combustible. De esa manera, se identifican los detalles de abastecimiento y establecen variaciones bruscas que sean sospechosas y que evidencien una posibilidad de estar ante el robo de combustible”.
“Además con estos sensores, respecto de la carga, se obtienen otras variables, como consignar si el motor del vehículo está apagado en el momento de esa operación o si no está geolocalizado en la estación de carga correspondiente”, indicó.
Fuente: Transporte & Logística – La Nación