De a poco, el nuevo Ministerio de Transporte, que conduce Guillermo Dietrich, toma forma con nuevos cargos y nuevas caras. Aún queda por resolverse -en rigor, el ministro no lo ha dado a conocer- quién quedará a cargo de la poderosa Vialidad Nacional, con sus miles de millones de presupuesto, sus contratos de obra pública y sus delegaciones en todo el país.
Debajo de Dietrich habrá tres secretarías. La primera es la de Planificación, que estará a cargo de Germán Bussi, un ingeniero en transporte que tuvo un lugar similar en el gobierno porteño. De allí se desprenden varias subsecretarías, entre las que se destacan la de Planificación de Transporte de Cargas y Logística y la de Planificación de Movilidad Urbana. La primera estará en cabeza de Carmen Polo, una prestigiosa consultora de cargas y logística. La otra la comandará Martín Orduna, un arquitecto especialista en movilidad que pertenece al Piubat, un centro de estudios del transporte de la Universidad de Buenos Aires.
La segunda línea de reporte a Dietrich es la Secretaría de Transporte, en la que está uno de los hombres de mayor confianza del ministro. Es Guillermo Krantzer, un ingeniero que se desempeñó como director General de Transporte porteño. En esta línea de reporte están los pesos pesados del área. El funcionario tendrá a su cargo la Secretaría de Transporte Ferroviario y la de Transporte Automotor.
Encargado del mundo de los trenes estará Arturo Papazian, un ingeniero que deja su cargo como gerente de Normativa y Planificación Estratégica de la Sindicatura General de la Nación para asumir. Con los colectivos, choferes, empresarios y sindicatos se verá las caras Antonio Cortés, un ex Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT).
La lupa en las obras
Finalmente, el ministro Dietrich creó un puesto que dará que hablar entre los constructores. Se trata de la Secretaría de Obras, un ente encargado del control de precios, calidad y sobre todo, tiempos de ejecución en todos los proyectos que se realicen en el Ministerio. Allí se sentará Manuela López Menéndez, una funcionaria de confianza que tuvo a su cargo la ejecución, coordinación y operación del sistema de Metrobus porteño.
El área aerocomercial también tendrá cambios no sólo de caras sino también de funciones. Además de la confirmada Isela Costantini, que asumirá en enero la presidencia de Aerolíneas Argentinas, Dietrich parece tener decidido que no habrá Secretaría de Transporte Aerocomercial.
Esa tarea la cumplirá la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), que durante los últimos años estuvo a cargo de Alejandro Granados y que ahora será manejada por Juan Pablo Irigoin, un especialista en recursos humanos que viene del sector privado.
El destino del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna), un polémico ente que fue cooptado por La Cámpora y fue funcional a las políticas de Mariano Recalde en Aerolíneas, aún es una incógnita. Algunos se inclinan por su eliminación; otros, porque quede bajo el organigrama de la ANAC.
De ser así, Irigoin heredará el control del contrato de Aeropuertos Argentina 2000. El mismo camino de la extinción correrá la Empresa Argentina de Navegación Aérea, (EANA), una sociedad del Estado creada en julio pasado con funciones poco claras, que según la norma de creación estaba autorizada a prestar control operativo del servicio público de navegación aérea, además de coordinar y supervisar el accionar del control del tráfico aéreo. La duplicidad de tareas y funciones se termina con la poderosa ANAC de Dietrich.
Mario Agustín Dell’Acqua, ex directivo de Techint, asumirá como número uno de Intercargo, otra empresa estatal que opera las rampas y los servicios aeroportuarios en el país. Su desafío será lidiar con un organismo que tiene en la mayoría de sus puestos líderes de La Campora.
Finalmente, el mundo de los trenes estatizados también tendrá novedades. Marcelo Orfila (ex Aeropuertos Argentina 2000 y Grupo Monarca) estará al frente de Operadora Ferroviaria (ex Sofse), y Ezequiel Lemos irá a Cargas y Logística (ex Belgrano Cargas). Guillermo Fiad, un hombre de la fundación G-25, iría a Infraestructura Ferroviaria (ex ADIF).
De los nombres importantes aún queda pendiente Vialidad Nacional, el ente público de la construcción y reparación de rutas que tiene entre sus proveedores a los varones de la obra pública vial.
Los ejes de la gestión Dietrich
Subsidios: Dietrich dijo que mantendrá el nivel de tarifas y por ende, continuarán los subsidios al transporte público
Innovación: La gran apuesta del ministro es lograr que, mediante la SUBE, se subsidie la demanda y no la oferta, es decir, al pasajero y no al transportista
Autopistas: El plan incluye la construcción de 2800 kilómetros de autovías que se localizarán en rutas nacionales troncales con tránsito fluido de la producción
NG-15 de diciembre de 2015 /Fuente: www.lanacion.com.ar