El proyecto de reestatización “merece ser apoyado”, dijeron el diputado Sturzenegger y el secretario de Transporte, Dietrich.
La Cámara de Diputados continuó con el debate, en un plenario de comisiones, del proyecto de ley que envió la Casa Rosada para la reestatización de los ferrocarriles, que había anunciado Cristina Kirchner el 1 de marzo en el discurso ante la Asamblea Legislativa. La intención del oficialismo es darle dictamen favorable el martes y llevarla al recinto para darle media sanción el miércoles 8 de noviembre.
Algunos diputados de la oposición ya adelantaron que apoyarán la propuesta oficial, como el caso del presidente del bloque radical, Mario Negri. Desde el macrismo, Federico Pinedo dijo que la iniciativa es “razonable”, aunque no entró en detalles. Pero el diputado Federico Sturzenegger y el subsecretario de Transporte porteño Guillo Dietrich se ocuparon de dar sustento a la posición del PRO en favor de la reestatización. “Es un proyecto interesante, que merece ser apoyado”, dijeron en un documento firmado en conjunto.
Según esta mirada, el proyecto “genera la posibilidad de una mejora para todos los actores. El concepto clave es el “open access”: la idea de que cualquier operador, público o privado, puede usar las vías. En este esquema el Estado pone a disposición la infraestructura ferroviaria, que puede ser usada por cualquier empresa creada para operar carga por ferrocarril, o por empresas individuales que elijan hacer lo que hoy hacen las adjudicatarias, mantener una operación pequeña y propia para sus necesidades de transporte”.
“Si el modelo es exitoso, el uso de las vías se intensificará significativamente. Cada operador o empresa pagará al Estado para el uso de las vías”, explicaron. “Los operadores actuales probablemente reciban con agrado el cambio que los libere del peso del mantenimiento de las vías y les permita concentrarse en su negocio compartiendo el costo de la infraestructura con otros jugadores”. Y agregan: “En una situación donde todos ganan, los actuales concesionarios no tienen por qué salir perdiendo. No es claro que la operatoria vaya a ser rentable para este operador Estatal, pero la carga por tren reporta importantes externalidades. Reduce el costo de mantenimiento de la infraestructura vial, permitirá mejorar la competitividad, y permitirá salvar muchas vidas en nuestras rutas.
Sólo el Estado puede internalizar estos beneficios”. En ese sentido, plantean: “Si esta empresa se gestiona con verdaderos criterios de optimización social, cobrará por el uso de cada operador un cargo fijo, maximizando el uso de las vías. La disponibilidad de esos contratos permitiría ir orientando hacia dónde desarrollar la red. Las provincias podrán ser actoras del proceso. Y si la contabilidad es transparente (debería ser obligada a presentar balances usando los criterios contables de cualquier sociedad comercial), la sociedad sabrá cuánto le sale la operatoria y el Congreso podrá evaluar si sus inversiones justifican las externalidades positivas del transporte de carga”.
Sturzenegger y Dietrich sugieren: “El gobierno llama al proyecto “de Creación de Ferrocarriles del Estado”, pero bien podría llamarse “para Incrementar la Participación Privada en el Transporte Ferroviario” o “para Incrementar la Competencia en el Transporte Ferroviario Argentino”.
NG-31 de marzo/ Fuente: Clarín