La transición hacia una motorización eléctrica parece tener algunos inconvenientes, que obligaron a que las automotrices revean sus planes.
Los vehículos a gas seguirán siendo una fuente de crecimiento durante algún tiempo.
Los primeros compradores de vehículos eléctricos impulsaron el aumento inicial en las ventas de estos artículos, pero la próxima ola de consumidores, más sensible a los precios, está demostrando ser más esquiva.
Los compradores convencionales no están dispuestos a pagar un precio enorme por vehículos convencionales a nafta, en parte porque todavía les preocupa cargar un automóvil eléctrico y creen que se desarrollarán mejoras tecnológicas.
Según afirmó Joann Muller para Axios, la transición a los vehículos eléctricos probablemente será más larga y accidentada de lo que predijeron muchos expertos, lo que explica por qué algunos fabricantes de automóviles están bajando apuestas, recortando precios y recalibrando sus estrategias.
Así ninguna terminal automotriz está dando un giro radical hacia la electricidad y muchos reconocen que deben ser flexibles a medida que navegan por la transición hacia los vehículos eléctricos.
Muller sostuvo que el CEO de Ford Motor, James Farley, ha sido el más sincero sobre lo que está sucediendo en el mercado y cómo afectará el negocio de la compañía. Durante la rendición de ganancias del segundo trimestre de la compañía del 27 de julio, se retractó de los objetivos de ventas anteriores para los modelos completamente eléctricos y dijo que la empresa cuadriplicará sus ofertas híbridas.
«Tenemos la flexibilidad para ofrecer a los clientes una selección de [motores de combustión interna], híbridos y totalmente eléctricos en los próximos años», dijo. Ford está retrasando su objetivo de escalar la producción a 600.000 eléctricos anuales, desde finales de este año hasta 2024.
También se relativizó un objetivo anterior de producir dos millones de vehículos eléctricos cada año a nivel mundial para 2026. «Mantenemos la flexibilidad cuando alcancemos una capacidad global total de dos millones de EV porque estamos equilibrando el crecimiento, la rentabilidad y los rendimientos».
Su tono cauteloso se produjo incluso cuando Ford planea triplicar la producción de su camioneta eléctrica F-150 Lightning después de reducir los precios y en esa línea, Farley sugirió que los vehículos a gas seguirán siendo una fuente de crecimiento durante algún tiempo.
Consideró que la demanda de vehículos a nafta e híbridos será «duradera, con una ventana de crecimiento» para las camionetas y SUV tradicionales, con lo que hizo eco del argumento que Toyota ha estado presentando durante años.
Otras automotrices
La automotriz japonesa, que fue pionera con el Prius híbrido enfrentó críticas por no implementar vehículos eléctricos lo suficientemente rápido. Pero Toyota ha favorecido durante mucho tiempo una combinación de opciones de tren motriz, especialmente cuando la infraestructura de carga es limitada.
«Toyota tenía razón», dijo Sam Abuelsamid, analista de investigación principal de Guidehouse Insights. «Necesitamos tener muchos más híbridos en el corto plazo, lo que tendrá un impacto ambiental mucho mayor que la construcción de tantos vehículos eléctricos».
En tanto, Toyota está acelerando sus planes de electrificación con más vehículos que lanzará en 2025 y anunció que introducirá vehículos eléctricos con el doble de autonomía que los actuales para 2026, gracias al avance en la tecnología de baterías de estado sólido.
Mientras tanto, otras empresas también están reevaluando sus planes de vehículos eléctricos, por ejemplo GM dice que sigue comprometido con una línea completa de vehículos eléctricos, pero los problemas de fabricación han retrasado las entregas a los clientes. También desechó los planes para una versión base de su próxima camioneta Chevrolet Silverado EV.
Mazda está eliminando el MX-30 EV de venta lenta de su línea para concentrarse en los híbridos enchufables. Los fabricantes de automóviles alemanes se han comprometido audazmente con la electrificación, pero tanto Volkswagen como Mercedes han retrasado o recalibrado sus planes.