Con la vista puesta en la reducción de costos y la sustentabilidad, Scania presentó su nueva generación de vehículos para el transporte de pasajeros.
La flamante familia de chasis de ómnibus K implicó la innovación de más de 905 de sus componentes.
La demanda de operaciones más económicas y eficientes, desde el punto de vista energético, fue el centro del diseño de la nueva generación de chasis K para el transporte de pasajeros urbanos y de media y larga distancia, con motorización Diesel y gas Euro 6 de nueve y 13 litros, que presentó Scania.
“Tras una década de investigación y desarrollo, esta nueva generación tiene un grado de innovación tecnológica de sus componentes de 92% versus la anterior”, destacó Oscar Jaern, CEO de Scania Argentina, durante la presentación.
Las unidades fueron dotadas de la gama de motores XPI, que ya fueron probados en unos 5.000 camiones en la Argentina y que generan un ahorro de combustible de 10%, lo que además de garantizar una reducción de costos, ayuda a disminuir la emisión de gases contaminantes.
“Estamos planteando reducir hasta 10% de consumo en Diesel y, cuando hablamos de gas, no solo bajan los costos operativos, ya que vale un tercio del precio del gasoil, sino que también permite reducir en hasta 20% la emisión de gases de efecto invernadero”, explicó Lucas Woinilowicz, gerente de Desarrollo de Negocios de Scania Argentina.
Entre las novedades, se destaca la introducción de los sistemas de seguridad activa Adas 2.0, que consisten en una serie de dispositivos capaces de detectar riesgos de colisión o factores de peligro, tales como frenado de emergencia avanzado, alerta de cambio de carril, advertencia de colisión con usuarios vulnerables como peatones, niños, ciclistas o mascotas y advertencia de punto ciego.
Al respecto, Jaern puso el acento en “el desarrollo de sistemas avanzados con la más alta seguridad para pasajeros, conductores y terceros, porque en el transporte de seres humanos, la seguridad es la prioridad número uno. En Scania siempre tuvimos el compromiso de que la movilidad sustentable vaya de la mano de la economía operacional y de la seguridad. Son tres pilares fundamentales, no negociables”.
Equipamiento
Por otra parte, en lo que respecta a la seguridad, los vehículos de la nueva generación fueron equipados con frenos de disco, un sistema electrónico (EBS), antibloqueo (ABS), control de tracción, control electroneumático de freno de parada que evita el movimiento involuntario del bus, asistencia de arranque en pendientes, indicador de desgaste de pastillas y tanques de aire separados para cada circuito.
Para garantizar el control del conductor, Adas proporciona también un control de crucero adaptativo (ACC), que mantiene un espacio constante del vehículo precedente; una función avanzada de frenado de emergencia (AEB), para mitigar impactos o evitarlos según las condiciones, y programa de estabilidad electrónica (ESP) que estabiliza el bus en condiciones extremas, reduciendo riesgos de vuelco y derrape.
En relación con el confort de pasajeros, conductores y terceros del ámbito urbano, Woinilowicz consignó que los vehículos motorizados a gas generan menor contaminación gaseosa y sonora.
Sustentabilidad
El directivo puso el énfasis en que “el gas como combustible tiene enormes ventajas para la Argentina. Primero, la matriz energética del país está basada en gas. Es un combustible que tenemos y que vamos a seguir produciendo con el gasoducto Néstor Kirchner, el proyecto de la planta de licuefacción en Bahía Blanca, la venta de gas a Chile y Brasil y dar vuelta el gasoducto desde Bolivia para empezar a exportar. Es decir, la matriz energética y el plan estratégico de energía de la Argentina están enfocados en ese producto”.
“A raíz de esto, vamos a empezar a sustituir importaciones. El Diesel Grado 3 se importa, quiere decir que por cada metro cúbico que usemos de gas vamos a dejar de importarlo y eso impacta en la balanza comercial energética. Además, es un país con mucha cultura gasífera, con más de dos millones de autos, más de 2.000 estaciones de GNC y con tres de los principales fabricantes de insumos que exportan al mundo esta tecnología”, detalló.
El ejecutivo agregó que “tomando esto como punto de partida, proponemos empezar con GNC para darle entrada al biometano, que se obtiene de la descomposición de materia orgánica y cualquier emprendimiento que maneje residuos orgánicos, como frigoríficos, fábricas de alimentos, rellenos sanitarios, plantas de líquidos cloacales, tiene la posibilidad de producir gas”.
“El biometano llevado a la especificación técnica del vehículo permite reemplazar el gas natural y así aspirar a reducir casi hasta 100% de emisiones de CO2 de un bus. Simplificando, un camión recolector de residuos o un bus urbano podrían funcionar con gas producido por los mismos desechos que genera la comunidad. Ese principio de economía circular es lo que estamos tratando de impulsar desde Scania”, indicó.
A su vez, precisó que “esta hoja de ruta empieza con vehículos Diesel muy eficientes, continúa con gas, con biometano y, a medida que la matriz energética argentina se vaya transformando, continuaría con otras tecnologías, como pueden ser los eléctricos, hidrógeno, entre otras”.
En esa línea, Woinilowicz recordó que la empresa se había propuesto tres objetivos de sustentabilidad. “El primero era que en 2020 las nueve plantas que tiene en el mundo trabajen con energías renovables. Eso ya funciona y hoy se está modificando el horno de la fábrica de Tucumán para seguir avanzando en esa línea”.
El especialista añadió: “Para 2025 tenemos el compromiso de reducir hasta 20% las emisiones de CO2 de los vehículos en manos de nuestros clientes, tomando como base el 2015. En paralelo, se va desarrollando la introducción de combustibles alternativos, la capacitación a conductores, la optimización de especificaciones, las alianzas estratégicas. Todo eso hace que vayamos sumando granito de arena para alcanzar este objetivo”.
“El tercer objetivo es 2050. Ese año Scania apunta a ofrecer toda una plataforma de productos que pueda funcionar con todos los combustibles alternativos que se puedan llegar a producir en ese momento”, sostuvo el gerente de Desarrollo de Negocios.
Al respecto, Jaern remarcó que el propósito de la marca sueca “es liderar un cambio hacia un sistema de transporte masivo. Decimos sistema porque nos incluimos como marca, pero también a nuestros clientes, a las entidades de Gobierno y los medios de comunicación que pueden difundir este mensaje. Todos somos responsables y tenemos que hacer algo”.
“Scania realizará este año, una inversión de 27 millones de dólares que se destinarán a nuevos productos, el desarrollo de infraestructura del parque industrial de Tucumán, a nuestra red de servicios, a desarrollo y capacitación. Todo en beneficio de nuestros clientes, colaboradores y, obviamente, el medio ambiente”, sintetizó el CEO de Scania.
Fuente: Suplemento Transporte & Logística – La Nación