Arlog llevó a cabo un encuentro virtual en el que se analizó la logística urbana en el caso de la Ciudad de Buenos Aires.
Cuatro de cada diez siniestros ocurren en la red de tránsito pesado.
Especialistas del sector público y privado aportaron su mirada acerca del contexto de logística urbana en el mundo, cómo se maneja el tránsito de las grandes cargas, los desafíos del estacionamiento para operaciones de carga y descarga, los centros de ruptura de carga en la ciudad. Además se presentó un caso de éxito que muestra que estas nuevas modalidades son imprescindibles en ciudades dinámicas y complejas.
El evento, organizado por la Asociación Argentina de Logística Empresaria (Arlog) contó con la disertación de Maximiliano Parisi, gerente operativo de Logística Urbana de la Secretaria de Transporte y Obras Públicas del GCBA y Hugo Portillo, gerente de Calidad y Procesos en Express Logística.
Parisi señaló que el objetivo de la Gerencia Operativa de Logística Urbana es promover y fiscalizar la actividad de logística de abastecimiento y distribución urbana en la Ciudad de Buenos Aires. Además de lograr un transporte de cargas más seguro, sustentable en una ciudad más integrada.
“En la ciudad hay más de 200 vías preparadas para el transporte de tránsito pesado que incluyen autopistas y grandes avenidas. Hay dos grandes puntos en la ciudad vinculado a la carga: el puerto de Buenos Aires y el Centro de Transferencia de Cargas” expresó.
Cuatro de cada diez siniestros ocurren en la red de tránsito pesado. “En este sentido estamos trabajando para tratar de prevenir siniestros y trabajar con los mapas de calor que realiza el Observatorio de Seguridad vial y con capacitaciones que dicta Arlog”.
Más inconvenientes
Señaló como dificultad que los grandes dadores de carga están bastante atomizados y a veces es complicado llegar a ellos. “Si el depósito industrial no está ubicado sobre la red de tránsito pesado es necesario ir por la red hasta el punto más cercano para dejar o retirar la carga” dijo el funcionario.
Reconoció que la contaminación es uno de los grandes problemas y en gran parte se debe a la antigüedad del parque automotor. Además, se explayó sobre la distribución urbana infraestructura y tecnología. Explicó que la ciudad tiene asociados 65 ejes comerciales y señaló la existencia de los cajones azules, espacios entre 8 y 12 metros de largo que son exclusivos para la tarea de carga y descarga.
En este sentido comentó que avanzaron en una normativa para la reglamentación de carga y descarga. “Para el año próximo está previsto lanzar una app para que se pueda gestionar mejor el espacio, poder reservar y que ayude a fiscalizar el sistema. También estamos trabajando en la reglamentación de carga y descarga en garajes comerciales y nuevos tipos de depósitos para facilitar las operaciones de última milla como los dark store”.
“Empezamos a trabajar en la inclusión de más vehículos eléctricos para la reconversión de flotas. El año próximo habrá financiación, descuentos en ingresos brutos que se sumen, aportes no reembolsables, etcétera” concluyó Parisi.
Un Caso
Luego Portillo manifestó que aceptaron el desafío del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires y surgió este proyecto micro que consiste en la distribución de última milla con vehículos eléctricos de la firma nacional Sero Electric. Se trata de un crossdock. Diariamente un camión de los tradicionales se acerca con la mercadería, se descarga en un punto para terminar de hacer el reparto con el vehículo eléctrico.
“Estamos muy contentos porque el proyecto genera beneficios desde el punto de vista ambiental, en logística y en seguridad vial. Y es viable desde la perspectiva económica y nos permite competir en e-commerce, que de otra manera no podríamos”.
Entre los que consideró los desafíos más importantes que debieron superar incluyó que tuvieron que convencer al cliente y acordar con el sindicato de camioneros.