Dada la escasez de chips, Fiat, GM, Volkswagen y Renault de Brasil reducen los turnos o posponen el regreso de los trabajadores a las fábricas.
La falta de semiconductores para la producción automotriz en Brasil hiso que agosto comenzó con más paros principalmente en los tres mayores fabricantes, Fiat, General Motors y Volkswagen, a las que esta semana se sumó Renault.
La escasez de artículos electrónicos producidos en Asia se inició a finales de 2020 y ha afectado las ventas debido a la falta de automóviles en los concesionarios.
Esta semana, Fiat suspendió un turno de trabajo en una de sus líneas en la planta de Betim (Minas Gerais) durante los próximos diez días. A excepción de la camioneta Toro -fabricada en Pernambuco -, los otros modelos provienen de la fábrica de Minas Gerais.
En Volkswagen, la vuelta al trabajo en la unidad de Taubaté (Sao Paulo), prevista después de 20 días de paro, se produjo con un solo turno. Al otro se le extendió la parada por otros diez días. La fábrica produce Gol y Voyage. La unidad São Bernardo do Campo tiene un turno suspendido desde el 19 de julio, con alrededor de 1.500 empleados en vacaciones.
La producción del Chevrolet Onix se reanudará el día 16 en la planta de Gravataí (Rio Grande o Sul), pero con un turno de trabajo. Lo mismo ocurrirá con la unidad São Caetano do Sul, también en el ABC Paulista, que encenderá las máquinas el día 26, también con un solo turno. Parada desde el 16 de junio, la fábrica de São Caetano está siendo renovada para comenzar la producción de la nueva camioneta Montana.
Otro fabricante de automóviles que decidió dar vacaciones colectivas a los empleados debido a la falta de componentes electrónicos es Renault. La producción de la fábrica de vehículos de pasajeros en el complejo industrial de São José dos Pinhais (PR) fue interrumpida el jueves pasado.
La Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea) calcula que el sector dejó de producir de 100 a 120.000 vehículos en el primer semestre.