Cada día murieron 14 personas en accidentes de tránsito en las rutas federales de Brasil, fundamentalmente por la falta de inversión.
En 2020, Brasil gastó más en costar accidentes de tránsito que en mejorar la red vial.
Durante 2020, las diez carreteras federales más peligrosas de Brasil, aquellas con mayor número de muertes y accidentes, y que atraviesan 22 estados, se cobraron 14 vidas por día, según un estudio realizado por la Asociación Nacional de Transporte de Cargas y Logística (NTC&Logística) de ese país.
Según el trabajo, a pesar de tener características diferentes, el denominador común entre esos incidentes fueron las deficiencias en infraestructura y durante el año pasado, tuvieron 5.287 muertes en 63.447 accidentes. La pérdida económica de esta tragedia, según la Confederación Nacional de Transportes (CNT), fue de 10.220 mil millones de Reales.
Las carreteras más peligrosas de Brasil según un estudio de la CNT son la BR-116 (atraviesa 10 estados, desde Ceará hasta Rio Grande do Sul); BR-101 (cruza 12 estados desde Rio Grande do Norte hasta Rio Grande do Sul); BR-153 (atraviesa ocho estados, desde Pará hasta Rio Grande do Sul); BR-381 (atraviesa tres estados, va de Espírito Santo a São Paulo), y la BR-316 (atraviesa cinco estados, va de Pará a Alagoas)
La lista también incluye la BR-163 (atraviesa seis estados, desde Rio Grande do Sul hasta Pará); BR-364 (atraviesa seis estados, va de São Paulo a Acre); la BR-277 (recorre el estado de Paraná); BR-262 (atraviesa cuatro estados, desde Espírito Santo hasta Mato Grosso do Sul), y BR-040 (atraviesa el Distrito Federal y tres estados, entre Brasilia a Río de Janeiro).
Falta de inversiones
El director de la Asociación de Medicina del Tránsito de Minas Gerais (Ammetra) y coordinador de la Nacional Movilización de Médicos y Psicólogos Especialistas en Tránsito, Alysson Coimbra, destacó que los “estudios realizados por la CNT muestran que problemas en la señalización, en el mantenimiento de carreteras y en malas rutas pueden duplicar el riesgo de accidentes”.
Según el director de Ammetra, buena parte de estas muertes podrían evitarse si Brasil invirtiera en la revitalización y mejora de la infraestructura de su red vial, pero el escenario presentado durante el evento Maio Amarelo en la CNT muestra que el país se estaría moviendo en la dirección opuesta.
«La demora en 60% de las obras viales y una drástica reducción en el presupuesto del Departamento Nacional de Infraestructura de Transporte (DNIT), además de la reducción de la inspección de tránsito en las carreteras federales, alejaron aún más a Brasil de alcanzar la meta de la ONU de reducción de muertes y accidentes”, comentó el especialista.
En 2020, Brasil gastó más en costar accidentes de tránsito que en mejorar la red vial, en lo que invirtió $ 6.700 millones de Reales.
Salvar vidas
Sin embargo, Coimbra enfatizó que “invertir en infraestructura salva vidas. Un estudio del Observatorio Nacional de Seguridad Vial (ONSV) revela que invertir 500 millones de Reales en la instalación de estructuras simples como un cilindro delimitador entre carriles, una sonda longitudinal y una defensa vial en tramos peligrosos de carreteras federales reduciría drásticamente el número de muertes. Hay solución y es más barata que pagar los accidentes”.
Brasil tiene una red de carreteras de alrededor de 1.400.000 de kilómetros, gran parte en mal estado. Este escenario, sumado al deterioro de la salud de los conductores y al aumento de la imprudencia en el tráfico, aumenta el riesgo de muerte y accidentes, apuntó la NTC.
El médico recordó que en Brasil el principal modo de transporte es la carretera, por lo que “las inversiones en el sector son urgentes tanto para salvar vidas como para mejorar nuestra economía. Las carreteras más seguras reducen los tiempos de entrega, el transporte de mercancías y son sinónimo de desarrollo económico”.
“Todo está interconectado. La sociedad civil y el Gobierno deben entender que garantizar la seguridad vial salva miles de vidas, reduce costos y promueve el desarrollo económico en nuestro país”, concluyó Coimbra.