Luis Durán, de YPF, y Marcelo Lommo, de Scania, explicaron la aplicación de nuevas tecnologías para resguardar el ambiente y bajar costos.
La economía de combustible va asociada a menor emisión y mayor durabilidad del activo.
Los cambios tecnológicos en los insumos y los equipos para rebajar la contaminación ambiental se han transformado en nuevas oportunidades y el uso adecuado de los combustibles, lubricantes y la urea en los vehículos con norma Euro ayudan a reducir el consumo y alargar la vida útil de los motores, lo que minimiza el impacto de los costos en la operación.
En la tercera estación de la serie de charlas organizadas por YPF y Expotrade, José Luis Durán, gerente de Servicio Técnico y OEM’s de YPF SA, y Marcelo Lommo, gerente de Asistencia Técnica Servicios, Commercial Operations de Scania Argentina, presentaron aspectos que hacen a la mayor eficiencia debido a la optimización en el uso de los distintos insumos y el uso de estrategias flexibles de mantenimiento.
Durán recordó que “26% de las emisiones mundiales encuentran su lógica en el transporte por carretera, por eso las decisiones de limitarlas” y agregó que la economía de combustible va asociada a menor emisión y mayor durabilidad del activo.
Indicó que la evolución de las normas Euro ha minimizado la cantidad de gases que se emiten. En cuanto a los combustibles, refirió a la reducción de azufre en el gasoil grado 3, que ayuda a la limpieza del motor, la reducción de la fricción. Esto dará menores emisiones directas, menos material particulado, y ayudará a la capacidad de mantener limpio el sistema de inyección.
Refirió que en los lubricantes se logró se mejorar los intervalos de drenaje; se incrementó la especificidad y características demandadas por cada fabricante de motores según el diseño, y el paso a períodos más altos entre cambios de aceite. Tras lo que observó el predominio de los lubricantes sintéticos sobre los minerales.
El tercer punto fue el de la urea o Arnox 32 que es el agente reductor de óxido de nitrógeno, que reacciona químicamente en el catalizador, reduciendo las emisiones contaminantes. Al respecto, Durán puso el énfasis en mantener la calidad y la performance del producto para que no comprometa la vida del catalizador.
Por su parte, Lommo apuntó hacia el concepto de un mantenimiento flexible, dado que a “la tecnología y la conectividad nos permitió conocer variables que antes no teníamos, gracias a los datos operacionales on line con todas las unidades, lo que da la posibilidad de organizar y planificar las paradas”.
Entre esas variables que asocia al plan de trabajo sobre el vehículo señaló la topografía; calidad de combustible; tipo de carga; relentí, arranques y paradas; polvo, suciedad y nieve, y el tránsito.
En otra línea, marcó las diferencias entre la inyección: PDE (inyector bomba con control electrónico) y la nueva XPI (inyector de alta presión múltiple de presión extra alta). En esta línea, el especialista sostuvo que un buen sistema asegura la calidad de la combustión, lo que puede llevar una reducción de consumo de combustible de entre seis y ocho por ciento.
Lommo fue categórico al rechazar el uso de sistemas inadecuados para intentar reducir ciertos costos (como el chipeado del equipo). Así, enfatizó: “Eliminar la urea es sacar lo único que hace que el motor cumpla con la legislación, contamina el catalizador y compromete el circuito”. Además de advertir esos emuladores se detectan en los controles.