Los empresarios del sector pidieron el sinceramiento del precio del combustible para que los camiones puedan seguir funcionando.
Fadeeac pidió al Gobierno “políticas que ayuden a preservar la actividad”.
El autotransporte de cargas impacta sobre más del 90% de los bienes que hacen a la economía del país, y en sus precios. Sin embargo, el sector se ve afectado por el desabastecimiento de combustible, y la reducción de los descuentos y los cupos que procuraban las refinadoras a las empresas, como resultado de la medida de congelamiento del valor del combustible en surtidor establecida por decreto.
Frente a ello, la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac) pidió al Gobierno “políticas que ayuden a preservar la actividad; y a las refinadoras de gas oil el normal abastecimiento y el retroceso de los precios de acuerdo con la forma de compra”.
La incidencia del costo del combustible en el costo total de la actividad supera el 36% promedio. Por lo tanto, “en este contexto crítico para la economía nacional y el sector, la Fadeeac solicita de forma urgente el sinceramiento del precio del combustible y que sea el mismo en todo el territorio nacional, ya que hay diferencias de hasta el 10% entre algunas regiones”.
Con este objetivo la entidad envió una carta al ministro de Transporte nacional, Guillermo Dietrich, y al secretario de Energía Gustavo Lopetegui.
La entidad patronal recordó que “el Decreto 601/19 congeló los precios de los combustibles en surtidor, lo que les permitió a las empresas refinadoras y comercializadoras de gas oil aumentar todos los otros medios de comercialización. El autotransporte de cargas en su gran mayoría consume este producto a través de mecanismos como tarjetas propias de las empresas comercializadoras, que sufrieron aumentos que superan hasta en un 5% el valor del surtidor”.
Agregó la Federación empresaria que “en tanto, las medianas y grandes empresas de transporte que consumen este insumo en importantes cantidades o a granel, que naturalmente tienen un valor menor que el de surtidor debido a que no cuenta con costos de comercialización, se vieron afectadas con aumentos que rondan el 10%”.
Añadió que las empresas refinadoras redujeron los cupos de entrega tanto a quienes consumen a granel -que llega a un tercio de lo que normalmente entregaban- como a las estaciones de servicios propias de su marca donde las empresas chicas cargan gas oil.
Advirtió la Fadeeac que “resulta inevitable el traslado a las tarifas del incremento de los costos que esta situación genera y, por lo tanto, que se potencie la inflación para las familias argentinas ya que aumentan los precios de los bienes transportados”.