La Argentina y Brasil acordaron la prórroga del régimen automotor vigente desde 2015 y vencía en junio del año próximo.
Del acuerdo dependen los planes de producción e inversiones para los próximos año.
Los ministros de Producción de la Argentina, Dante Sica, y del Brasil, Paulo Guedes, firmaron en Brasilia un acuerdo, por el cual ambos países prorrogaron por 10 años la vigencia del régimen de comercio automotor, que vencía en junio de 2020.
El convenio se extendió por 10 años y el coeficiente de intercambio comercial entre los dos países irá aumentando por etapas desde 1,5 a 3. En tanto, hasta 2020, el mecanismo prevé que no se impondrán sanciones a las empresas que no lleguen a cumplir con el equilibrio.
La medida modificaría el Flex de importación de 1.5 dólares sin arancel por cada uno exportado a 1.7, de manera retroactiva entre 2015 y 2020. De ahí, hasta 2023, subirá a 1.8 y, a partir de esa fecha, aumentará de manera bianual hasta llegar tres.
En junio había vencido la primera parte de este acuerdo que preveía la posibilidad de revisión. La idea original era discutir si ese coeficiente se subía a 1,7 hasta 2020 con una prórroga por tres años.
Las terminales locales son menos competitivas que las instaladas en Brasil, con un mercado más chico y del acuerdo dependen los planes de producción e inversiones para los próximos años.
La industria automotriz está muy integrada a nivel global, y las de Argentina y Brasil no pueden considerarse por separado. Un desarrollo protegido tendría sentido si se tratara de nuevos modelos, diferentes de los que se comercializan en la región.