El servicio de posventa es el motor al que apuesta Vesten, de Volkswagen Argentina, en Mendoza. El desafío es recuperar y atraer a viejos y nuevos clientes.
Una vida en el mismo camino. Apasionado por los autos y “fierros”, como le gusta decir, Leonardo Bromberg ya soñaba desde niño con ser camionero. Tal vez por casualidad o porque el destino lo tenía marcado, hace tres años que este empresario pudo abrir el concesionario Vesten de Volkswagen Argentina, en Mendoza. Luego de hacerlo de forma provisoria en un local alternativo para representar a la marca, desde finales de 2017 funciona en un predio de una hectárea y media, de 4.800 metros cubiertos aproximadamente, en el departamento de Godoy Cruz.
Luego de varios encuentros con las autoridades de la terminal, Bromberg se asoció con Fernando Porreta y obtuvo la concesión. En el recorrido hecho hubo aprendizaje, crecimiento y una experiencia claves para enfrentar la compleja situación que hoy debe enfrentar, como todo el sector.
“Somos 20 personas y ante esta crisis extrema que venimos llevando desde abril de 2018 estamos tratando de reducir la nómina a la mínima expresión. No podemos dejar de pensar en el futuro y creemos que esta situación va a cambiar. Seguimos apostando futuro lejano”, afirmó el director de Vesten Camiones y Buses.
¿Cómo está la situación del autotransporte de cargas en la provincia?
Muy delicada, como todos los rubros en la Argentina. En algunos casos, no se está reportando ganancias. Es muy difícil la venta de camiones nuevos. Las tasas de interés actuales hacen que la compra de una unidad nueva sea muy difícil.
¿Cuántos camiones están vendiendo por mes?
Entre siete y 10 camiones. Con el mercado actual la expectativa es llegar a 15 unidades mensuales. Cuando la situación mejore, deberíamos estar entre 25 y 30, y más ahora que no está Ford, que en Cuyo era un competidor muy importante, con el 22 o 24 por ciento del mercado.
¿Qué es lo que más destaca de Vesten?
Nos enfocamos en que la posventa sea el sostén de la concesionaria. Apuntamos a la excelencia, a ser confiables y con muy buenos precios. Queremos que los clientes dejen de ir al taller del barrio y nos visiten. Les daremos un servicio de más calidad, seguro y preventivo. Hay quienes piensan que un taller consiste en hacer cambio de aceite y filtros. En realidad es más que eso: hay chequeos y diagnósticos que no se hacen en cualquier lugar. Utilizamos repuestos originales. El taller es de última generación, con 12 posiciones y con la posibilidad de agregar otras 12. Hoy está subocupado, pero la idea es que esté completamente lleno.
¿Por qué se da esa reticencia a acercarse a un punto de servicio oficial?
Se cree que los concesionarios son caros y hay que romper ese preconcepto. Debemos demostrar que somos más baratos porque somos más preventivos, evitando roturas más grandes. Es necesario generar esa confianza. Es un camino que se hace de a poco. Ya hay clientes que sienten que al dejarnos su camión se sacan un problema de encima.
El concesionario tiene proyectado una zona de dormis. ¿Cómo funcionará el área?
Como Mendoza es una provincia de mucho tránsito internacional y transporte grande, hay transportistas que necesitan hacer un service. Por eso la idea es ofrecerles un lugar donde dormir. Ya hay dos habitaciones, a las que le faltan los muebles, pero en breve los choferes podrán descansar, comer, higienizarse, pasar el tiempo con TV e internet. El objetivo es que se sientan como en su casa y no duerman en el camión.