Un grupo de entidades encaró la tarea de buscar soluciones para superar la problemática de los caminos más apartados.
El sistema vial nacional se compone de 600.000 kilómetros de rutas de distinto tipo, de los cuales 400.000 son caminos rurales que no presentan un estado uniforme, según la región en la que se encuentren. Sin embargo, la mayoría muestra deficiencias, como en la provincia de Buenos Aires, donde más de 60% de ellos están en malas condiciones, lo que afecta a las economías locales y la extracción de la producción agropecuaria.
Esa circunstancia impulsó a la creación de una Mesa Nacional de Caminos Rurales que comenzó a realizar acciones para garantizar la conservación y buscar mejoras sobre la red vial de tierra, integrada por representantes de entidades agropecuarias, de transportistas y de especialistas en los temas técnicos.
David Miazzo, economista jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (Fada) y uno de los responsables de la mesa, explicó que en ella confluyeron “los usuarios más los profesionales, generando espacios de diálogo para detectar los problemas y buscar propuestas para mejorar la gestión y mantenimiento de los caminos rurales. Es un lugar para desarrollar consensos y propuestas, para mejorar una problemática que nos afecta a todos”.
El especialista destacó que “es una mesa privada, ya que la jurisdicción de los caminos no está en manos de una sola persona jurídica. No nos podemos entrevistar con alguien a nivel nacional, porque en provincias, como Córdoba, depende de Vialidad y está descentralizado en consorcios camineros; en provincia de Buenos Aires depende de cada uno de los partidos; en provincia de Entre Ríos está más concentrado en Vialidad, si bien existen algunos consorcios camineros. Las realidades son diferentes”.
Insistió en que “por eso decidimos crear una mesa privada que, una vez que llegue a consensos internos, comience a reunirse con los decisores políticos de cada una de las jurisdicciones. El objetivo común es generar consensos, encontrar las problemáticas comunes y determinar las propuestas para mejorarlo”.
En ese sentido, la Mesa lanzó a fines de 2018 una campaña en la que instaban a respetar los límites de carga, a cuidar los caminos en especial después de las lluvias y convocaban al trabajo conjunto entre los sectores público y privado, generando espacios de diálogo e intercambio de datos, compartiendo propuesta e involucrándose en el tema para lograr mejoras.
Además, la Mesa comenzó relevamientos para conocer realmente cuál es la red vial de cada distrito, su característica y estado, con la guía del Manual de Caminos Rurales de la AAC y la del Ministerio de Transporte.
El segundo tema que al que apuntó Miazzo será “nomenclar los caminos, que tengan nombres y progresivas, y que pueda referenciarse sin tener que recurrir a definirlo como ‘el que pasa por al lado del campo de Tal’. Eso es muy importante para mejorar el flujo hacia el interior de las zonas rurales y tener referencias y poder saber qué lugares están bien y cuáles están mal”.
Fuente: Transpore & Logística – La Nación