Los costos para el transporte de cargas por carretera subieron 62% durante 2018 y tuvo al combustible como principal responsable.
“El 2018 fue uno de los negros para la economía del autotransporte de cargas”, aseguró la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), al difundir el informe sobre los costos que debió afrontar el sector el año pasado y que llegó a 62%.
Según la entidad, los costos de llevar mercadería en camión fueron los más elevados desde 2002 y superaron en al menos 12 puntos a la inflación minorista récord de los últimos 27 años, estimada en 47%. Uno de los principales responsables de esa suba fue el combustible, que trepó 77% en esos 12 meses y acumuló un aumento de más de 100% desde la aplicación de la política de desregulación del mercado de hidrocarburos, en 2017.
Así lo indicaron estudios de la Fadeeac, a partir de medir mensualmente los 11 insumos principales de la actividad. Los costos durante el año que pasó acumularon una suba de 61.53%. “En una economía que no disimula un estado de estanflación, el sector opera en un contexto abiertamente recesivo y con fuertes caídas en los volúmenes transportados en el consumo masivo”, dijo la Federación.
Agregó que “además del combustible, en el marco de la maxidevaluación del peso (el dólar subió 100% en promedio) y la fuerte caída de la actividad económica, las empresas de camiones se ven afectadas en su operatoria diaria por el brutal aumento del Costo Financiero (175 %), y de los aumentos en los principales insumos de los equipos: Material Rodante un 99%, Lubricantes un 90,4%, Reparaciones un 77%, Neumáticos un 76% y Seguros un 72%. Todos ellos muy por encima de la evolución de los precios al consumidor (IPC), récord de inflación minorista de los últimos 27 años”.
Además, en el marco de los fuertes ajustes en corredores nacionales y en los accesos a la CABA, Peajes trepó 68%, otro de los factores que pesó fuertemente sobre las espaldas del sector, “sin contar el nuevo y exorbitante aumento en los accesos a la CABA a partir de la primera semana del 2019”, destacó la Fadeeac.
Según la entidad empresaria, el precio del gas-oil debiera ubicarse 10% menos que los actuales precios, teniendo en cuenta los valores de equilibrio en el mercado interno. La reciente baja del gas-oil en la primera semana del año es marginal y casi no guarda relación con la gran caída del precio internacional del petróleo de 30 % en los últimos 60 días, indicó.
Entendió que “los aumentos nominales y relativos del combustible en esta dimensión afectan no solo al transporte sino a toda la economía real, al duplicar el rubro Combustible y Gas la altísima inflación que refleja el índice de precios mayoristas”.