Las primeras 220 balizas llegaron al puerto de Dock Sud para colocarse en todas las líneas metropolitanas de trenes con una inversión de 250 millones de dólares.
Los primeros equipos de frenado automático para los trenes metropolitano llegaron al puerto de Dock Sud. Esta tecnología, de origen japonés, fue adquirida para que líneas del Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA) cuenten con este sistema de seguridad que permite que los trenes se detengan en forma automática y reducir así el riesgo de accidentes.
Con una inversión de 250 millones de dólares en equipamiento e instalación, se previó que en 2019 los trenes metropolitanos tendrán instalado ese sistema, por parte Trenes Argentinos Infraestructura, dependiente del Ministerio de Transporte.
Para concretar su instalación, se realizaron los ensayos previos en las líneas Sarmiento, San Martín, Belgrano Sur y Mitre, y se están terminando de acondicionar los sistemas actuales en las líneas Roca, Mitre, Sarmiento, San Martín, Urquiza y Belgrano Sur, para que sean compatibles con la nueva tecnología.
Los trabajos incluyen la instalación del equipamiento en 280 formaciones y 1.500 km de vías, la modernización de todo el sistema de señalamiento, adecuaciones y obras necesarias para la incorporación de la nueva tecnología. Además, para su implementación, se generarán más de 2.000 puestos de trabajo.
El frenado automático es un requerimiento de los sistemas ferroviarios modernos ya que reduce al máximo el riesgo de colisiones y accidentes, garantizando un servicio más seguro.
La incorporación del frenado automático de trenes forma parte del Plan Integral de Obras Ferroviarias de 14.000 millones de dólares que puso en marcha el Ministerio de Transporte, e incluye la compra de trenes nuevos y la renovación de la infraestructura.
El sistema de frenado automático de origen japonés ATS (por sus siglas en inglés, Automatic Train Stop) se compone de tres dispositivos: una señal o “semáforo”, una bobina conectada a este y una antena a bordo del tren, ubicada en ambas cabinas. La señal o semáforo, que se encuentra al costado de la vía, tiene lámparas de distintos colores que le indican al tren si puede avanzar o si debe detenerse, o bien reducir la velocidad. En caso de que estas indicaciones no se respeten, el tren se frena automáticamente.