Una serie de elementos para la fabricación de vehículos, que no se producen en el país, fueron alcanzados por beneficios de tasas.
El Gobierno Nacional amplió a unas 130 autopartes que tengan como destino la producción por parte de las empresas fabricantes de productos automotores, el listado de bienes sujetos a reducción arancelaria de 2%, con la finalidad de reducir costos y mejorar la competitividad de las empresas del sector.
La medida fue dispuesta mediante la Resolución 67/2018 de la Secretaría de Industria del Ministerio de la Producción y fue publicada en el Boletín Oficial e incluyó automóviles y vehículos utilitarios livianos de hasta 1.500 kg de capacidad de carga; ómnibus; camiones; camiones tractores para semi remolques; chasis con motor, inclusive los con cabina; remolques y semi remolques; carrocerías y cabinas; tractores agrícolas; cosechadoras y maquinaria agrícola autopropulsada; maquinaria vial autopropulsada, y autopartes.
La iniciativa surgió del trabajo conjunto con la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa), la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (Afac) y la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la Argentina (Adimra) en el marco del Plan 1 Millón de vehículos para 2023.
La Política Común Automotriz que firmaron Argentina y Brasil, vigente hasta junio de 2020, permite a los Estados implementar reducciones arancelarias hasta 2% para autopartes no producidas en el país. En esa línea, el Estado brasileño anunció una serie de incentivos para la industria local, que incluyó beneficios para autopartes no fabricadas en ese país.
El secretario de Industria, Fernando Grasso, afirmó que el Gobierno seguirá “trabajando en distintas medidas para mejorar la competitividad de la industria con asistencia técnica, financiamiento y la baja de costos impositivos, logísticos y laborales no salariales, especialmente con la cadena de valor autopartista”.
Según el funcionario la intención será “fortalecer aún más el proceso de inversión, la producción y la exportación, sobre la base de una agenda de trabajo que incorpore el desarrollo de nuevas motorizaciones eléctricas e híbridas y la internalización de las tecnologías 4.0 en toda la industria».