Esta nota fue publicada en el Suplemento Transporte & Logística del diario La Nación, en el día de la fecha.
Por Fernando Balzarini *
Impulsados en gran medida por el comercio electrónico y la omnicanalidad, los hábitos de compra de los consumidores han cambiado radicalmente desafiando la gestión empresaria, la producción y la logística. La industria 4.0 es la evolución que la humanidad está pidiendo en función de los nuevos estilos de vida.
La historia de las evoluciones industriales se debió siempre a algún hecho mundial que transformó la forma de convertir cosas. De este modo, la industria 1.0 fue la invención de la industrialización del vapor, la 2.0 la electricidad, la 3.0 la electrónica básica, y la 4.0 es la revolución tecnológica impulsada por el abaratamiento y la aceleración del procesamiento de datos que hace que todo avance a una velocidad increíble. El origen de la 4.0 se relaciona con la interpretación desde lo estratégico, comercial y del marketing, de los cambios de vida y las modificaciones de comportamiento de la sociedad y los consumidores. A partir de esa interpretación, se generan nuevas necesidades y desafíos que luego la actividad industrial hace realidad.
Sin duda, los grandes pasos que lo hicieron posible fueron la gestión de datos de forma exponencial y económica. El salto y gran aceleramiento que ha tenido la tecnología que derivó en este hito que es el 4.0 resulta increíble, a modo de ejemplo, el módulo que aterrizó en la Luna a fines de los años sesenta tenía el 10% de la capacidad de procesamiento de una calculadora científica actual. Es precisamente la magnitud de eventos los que hacen que no se trate de una evolución sino de un salto cualitativo hacia otra cosa.
Ahora bien, el principal desafío hoy es generar legislaciones que permitan que su implementación no sea un problema. Todo el mundo se asombró cuando Amazon hace cinco años filmó un drone llevando un paquete. La realidad es que hoy cualquier persona tiene acceso a comprarse uno, pero el problema sigue siendo la regulación de la actividad.
Por otro lado, también se plantean temas relacionados con lo social. Por ejemplo, se estima que en 10 años se perderán el 50% de los puestos de trabajo, que serán reemplazados por máquinas o robots. Este no es un tema menor, de hecho las grandes potencias ya están generando líneas de pensamiento enfocadas en la gran problemática que esto podría generar para el año 2035. Sin embargo, viendo la historia, la irrupción del vapor también generó una revolución, al igual que el arribo de la electricidad a las fábricas, pero el mundo se adaptó.
Como mencionaba anteriormente, los recursos tecnológicos son consecuencia de la búsqueda por satisfacer los nuevos requerimientos y necesidades de la sociedad. Entonces, el gran catalizador de la industria 4.0 es, sin dudas, el eCommerce.
El desarrollo del comercio electrónico impulsó la omnicanalidad y ahora aparece en escena la “unicanalidad”, que son evoluciones cada vez más complejas de resolver físicamente.
La omnicanalidad fue y es la solución para poder operar varios canales comerciales con un stock unificado. Esto genera una mejora muy importante en la productividad y eficiencia dentro del centro operativo pero, aguas arriba y abajo de la cadena de valor, esto se vuelve a dividir en canales. Hoy ha aumentado mucho la complejidad de los canales; el nuevo concepto de unicanalidad trata de unir colaborativamente toda la cadena: canales comerciales, operación y distribución.
Esta problemática se podría graficar así: puede llegar un pedido en cualquier momento, de cualquier lugar, de cualquier tamaño y de cualquier producto; por teléfono, por Internet o por canal físico y le deberíamos sumar la entrega “mismo día o día siguiente”. Podríamos decir que se trata de ”La tormenta perfecta” del Supply. Esto configura el enemigo perfecto de un centro operativo y de distribución. Hoy en el mundo de la logística moderna se habla de la “Amazonización” y “Alibabación” por este motivo.
Actualmente se necesitan otras formas de manufacturar, de comunicar, de planificar y de anticipar, que permitan un flujo mucho más eficiente y veloz. Todo esto movilizado por los cambios en la manera de comprar: hoy, el ciclo de los productos es mucho más corto, la cantidad de consumidores es mucho mayor y la conectividad está fuertemente extendida.
Otro tema importante del momento es quién provee de la tecnología necesaria para administrar todo esto. Más del 50% de la facturación de los 10 proveedores de tecnología logística más importantes del mundo, se relacionan con UPS, Amazon, DHL y Fedex. La necesidad tecnológica es tan grande que la capacidad disponible para su fabricación prácticamente es absorbida por estas compañías. Por otro lado, esta demanda ha abaratado la tecnología y eso ha contribuido a acelerar el ciclo de utilización de todos los automatismos para casi todos los jugadores. Los adelantos tecnológicos no sólo los encontraremos en la operación (warehousing), sino también en distribución y en las transacciones colaborativas.
Pero, habría que preguntarse cómo sigue la historia y la respuesta estaría en la Industria 4.1. Algunos puntos importantes a tener en cuenta serían que ya estamos listos para comenzar con el transporte autónomo a escala masiva, dentro de los próximos cinco años; el blockchain ayudará a eliminar gestiones que no agregan valor, como los intermediarios, y acelerará la conectividad colaborativa; se masificará el uso de inteligencia artificial, con auto aprendizaje, y el internet de las cosas (Internet of things), todo conectado.
¿Cuáles serán o son los grandes desafíos y amenazas? El hackeo, el cyber crimen y los cambios en las formas de trabajo.
* Socio & director regional de Miebach Consulting