El Gobierno de Bolivia instalará cuarteles de sus Fuerzas Armadas en las fronteras con sus países vecinos y reclamó a transportistas, campesinos, indígenas y otros pobladores de zonas fronterizas que denuncien esta actividad antes las autoridades, de la que son “cómplices algunas familias”.
El presidente Evo Morales afirmó que 70% del contrabando entra en Bolivia desde Chile y el 30% restante desde sus otros vecinos, Perú, Brasil, Paraguay y Argentina, y advirtió que el comercio ilegal mueve unos 1.000 millones de dólares anuales y causa pérdidas al Estado boliviano por cerca de 350 millones cada año.
El mandatario hizo el anuncio durante la asunción del nuevo viceministro de Lucha Contra el Contrabando, coronel en reserva Gonzalo Rodríguez. Este nuevo departamento forma parte de las medidas anunciadas por el presidente para endurecer la lucha contra el contrabando después de que en marzo pasado dos sargentos del Ejército boliviano murieran acribillados por contrabandistas.