Un importante repunte de la fabricación de vehículos en el país se registró en febrero último, lo que generó optimismo en el sector.
La producción nacional de vehículos en febrero fue de 39.085 unidades, 78,8% más respecto de enero y 62,6% en crecimiento interanual, lo que hizo que el sector corrigiera sus proyecciones para este año y considerara fabricará más de 570.000 unidades.
Según la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), fueron exportados 19.237 vehículos, con un crecimiento de 84,8% respecto de enero, y 48,8% sobre febrero de 2017, con una recuperación de las compras de Brasil; en tanto las ventas mayoristas fueron de 73.733 unidades, 14,4% más que en el primer mes del año y 13% por encima de febrero del año anterior.
El presidente de la entidad de Adefa, Luis Peláez Gamboa, dijo que “la mejora de febrero nos permitió registrar un crecimiento de 20% en producción y 30% en exportación durante el primer bimestre. Estos datos están en sintonía con las proyecciones que hicimos en diciembre».
Estos datos, además, hicieron que las proyecciones de 565.000 unidades para el año se elevasen a 570.000. El primer bimestre cerró con un total 29.646 unidades exportadas, 30,7% sobre el mismo período del año pasado.
El Gobierno había acordado con automotrices y sindicatos, en marzo del año pasado alcanzar la fabricación de un millón de autos en 2023; para eso, debería llegar a 750.000 vehículos en 2019, por sobre las 472.158 unidades producidas el año pasado.
Sin embargo, un estudio de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Austral puso en duda ese plan debido a que la industria tiene altos costos, poca diversificación del mercado externo con gran concentración en Brasil y altos precios de venta.
El estudio de la casa de estudios privada recordó que con 472.158 unidades en 2017, para llegar a la meta de 750.000 en 2019 la fabricación debería crecer 56% en dos años y precisó que «el promedio de producción de los últimos 26 años fue de 445.735 vehículos, y el de los últimos 10 años fue de 630.759, cifras lejanas a las propuestas».
El director de la Diplomatura Superior de Industria Automotriz, o Alejandro Sureda, dijo que «lo que está en duda no es tanto la capacidad productiva de la industria argentina sino más bien la capacidad de vender o colocar lo producido, tanto en el mercado interno como en el exterior».
Precisó que la Argentina «tiene un costo de producción 25% mayor que Brasil y 65% mayor que México, lo que pone en juego la sustentabilidad del sector automotriz local”, agregó que los vehículos que se ofrecen en el país son los más caros de la región y que su costo promedio es más del doble que en otros países, como México.
«Entre las principales dificultades para vender los autos producidos en la Argentina está la falta de competitividad a nivel internacional, y fundamentalmente en la región de Latinoamérica» indicó y añadió que el plan del gobierno «no contempla tomar medidas que favorezcan aumentar la competitividad de la industria automotriz local».