Los buques autónomos serán pronto una realidad en el comercio mundial, según un informe realizado en el ámbito del BID.
La inteligencia artificial en el trasporte impactará en la industria marítima en poco tiempo, imponiéndose el uso de buques autónomos sin tripulación, según un trabajo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Los grandes buques de carga, con el que se realiza 90% del comercio mundial, son el respaldo de las exportaciones de China, los “tigres asiáticos” y la Unión Europea, que en conjunto movilizan 800 millones de toneladas, siendo más competitivos que el transporte aéreo y menos contaminantes que el transporte terrestre basado en combustibles fósiles.
El tamaño de los buques de carga se incrementó 1.000% entre 1970 y 2014 y las naves más modernas son estructuras que demandan tecnologías complejas para permitir una navegación segura. Desde la realidad aumentada a la inteligencia artificial, todas las tecnologías buscan aportar a las cabinas de mando del futuro. Y en esa línea, es cuestión de tiempo alcanzar la navegación autónoma, sin capitán ni tripulación.
Sin embargo, la navegación 100% autónoma no sería completamente posible, porque puede haber imponderables como colisiones y accidentes; además, los buques en ruta necesitan mantenimiento y reparación con intervención humana.
Según el BID, la inteligencia artificial también llegará a las naves menores con reducción de costos, seguridad de los bienes transportados y de vidas humanas.
La iniciativa AAWA (Advanced Autonomous Waterborne Applications Initiative), un proyecto financiado por empresas y la administración finlandesa ya cuenta con un prototipo de 65 metros de largo equipado con sensores y comandos que pueden ser operados a miles de kilómetros de distancia.
Por su parte, el Pentágono invirtió 120 millones de dólares a mediados de 2016 en el buque experimental autónomo más grande construido, el “Sea Hunter”, una nave de 40 metros de eslora equipada con radares, sonares, cámaras y sistemas de posicionamiento global, capaz de recorrer 18.520 kilómetros.
Además, Roboat es un programa para desarrollar flotas autónomas para el transporte de personas y mercancías, y controlar el ambiente y montar infraestructuras temporales, como puentes on-demand, en un proyecto por casi 28 millones de dólares, impulsado por el Instituto de Ámsterdam para Soluciones Metropolitanas Avanzadas, el Instituto Tecnológico de Massachusetts, la Universidad Tecnológica de Delft y la Universidad de Wageningen.