La Comisión Económica para América Latina (Cepal) actual no es la misma que dirigía el desarrollista Raúl Prebisch en los 50 y los 60, pero tampoco es Wall Street. Y a diferencia de los grandes bancos como JP Morgan, Deutsche Bank, HSBC y Barclays, que pronostican una caída de la economía argentina de hasta el 3% este año, ese organismo de la ONU anticipa un crecimiento del 1,5%.
La secretaria ejecutiva de Cepal, la mexicana Alicia Bárcena, reconoció ayer en Medellín que la Argentina crecerá, pese a que el conjunto latinoamericana sufrirá una caída del producto del 0,3%.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anteayer cerró su asamblea en esta ciudad colombiana con una conferencia de su presidente, Luis Moreno, y del jefe de Estado de Colombia, Alvaro Uribe. En ese contexto informó su propósito optimista de crecimiento del 1,9% anual en las siete principales economías latinoamericanas ?la Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Venezuela? durante el período 2009/2013, pero también otro pesimista, de expansión de sólo el 0,1 por ciento.
Tras un desayuno con inversores organizado por la Corporación Andina de Fomento (CAF), el banco BBVA y la revista LatinFinance, Bárcena justificó su pronóstico sobre la Argentina en que "el sistema financiero es relativamente sólido". Por eso, agregó, "prevemos que se reactive la demanda china y la productividad se está sosteniendo".
El director de Desarrollo Económico de Cepal, Osvaldo Kacef, considera que la Argentina está siendo afectada por la crisis mundial a través de la caída de las exportaciones, tanto por la baja de las cotizaciones de las materias primas como por la menor demanda global.
Mercado interno
Sin embargo, destaca que el país cuenta con un mercado interno importante, dado que las exportaciones representan un cuarto del producto bruto interno (PBI), una cifra mucho menor a otras naciones latinoamericanas. Sólo advirtió dos problemas: por un lado, el elevado stock de deuda, aunque descartó un default para este año; y por el otro, conflictos políticos como el del campo o el que se avecina con las elecciones del 28 de junio.
Cepal prevé una fuerte caída del PBI de México, dada su dependencia de Estados Unidos en materia de exportaciones y remesas de sus emigrantes y por el abaratamiento del petróleo, y un estancamiento de Brasil, afectado por la merma mundial de las exportaciones y las restricciones al crédito, en un país con un sistema financiero más desarrollado que el mexicano o el argentino. Después de un crecimiento del 4,7% de América latina el año pasado, Cepal preveía hace pocos meses que la región se expandiría este año un 1,9%, pero ante la "desaceleración abrupta", sobre todo industrial, del último cuatrimestre de 2008 y del primero de 2009, revisó a la baja su pronóstico, dijo Bárcena. "Además de inyectar liquidez en el sistema financiero latinoamericano, éste debe ponerse al servicio del sistema real porque necesitamos ser más competitivos", opinó la sucesora de José Luis Machinea.
En tanto, el BID presentó un estudio que advierte que "la crisis financiera mundial tendrá efectos negativos importantes" la región, "incluso si los países ricos empiezan a recuperarse en 2010".
El promedio anual de crecimiento de las siete economías más grandes de la región podría disminuir del 5,8% en 2003/2007 al 1,9% durante 2009/2013, si los países desarrollados comienzan su recuperación económica en el segundo semestre de este año. Sin embargo, la expansión puede bajar a sólo el 0,1% en los próximos cinco años si la recuperación en Estados Unidos y Europa toma más tiempo que lo esperado.
Fuente: La Nación
01-04-09
MT