Antes de su partida a Brasil, donde se reunirá con funcionarios de ese país para consensuar acerca del modo de afrontar la crisis sin dañar el comercio bilateral, el canciller Jorge Taiana afirmó que tiene "el compromiso de defender la producción y el empleo" de los argentinos, frente a los reclamos brasileños al aumento del valor criterio a algunos productos de importación.
En la reunión con las autoridades brasileñas, se buscará superar las asimetrías económicas que existen entre ambos países, según se informó en un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores. Sin embargo, no garantizó que en las conversaciones de hoy se arribe a una solución a las diferencias entre los países.
El nuevo foco de tensión entre los empresarios de ambos países surgió tras la decisión de la Aduana argentina de aumentar la entrada de unos 800 productos de importación, con el objetivo de combatir la evasión fiscal y la subfacturación.
Antes de embarcarse rumbo a Brasilia junto con la ministra de Producción, Débora Giorgi; y su par de Economía, Carlos Fernández, Taiana subrayó que van a "conversar con el mayor optimismo", pero advirtió que "estas no son cosas sencillas ni necesariamente se resuelven en una reunión".
"Queremos conversar y ver en qué medida podemos poner en marcha mecanismos que den una respuesta buena a la crisis y que permitan -en el marco de una mayor integración- un mayor equilibrio en dos economías que están tan vinculadas como las de Argentina y Brasil", dijo el canciller.
Taiana describió el trasfondo de la discusión: "No es un secreto que el comercio bilateral tiene una reducción importante y además que hay un déficit en ese comercio para la Argentina, que ciertamente es un motivo de consideración y de preocupación, así que vamos a trabajar estos temas y buscar resolverlos porque ciertamente nosotros tenemos el compromiso de defender el interés nacional y en este caso especifico la producción y el empleo argentino", dice en el informe oficial.
El debate entre industriales. El presidente de la Federación de Industrias del Estado de San Pablo (Fiesp), Paulo Skaf, reclamó que Brasil adopte represalias comerciales contra la Argentina por las medidas de encarecimiento en importaciones.
La respuesta local llegó desde la Fundación Pro Tejer, que rechazó el reclamo y puntualizó que la industria textil argentina contribuyó al desarrollo industrial brasileño, que ha gozado de un superávit comercial para ese país de 1690 millones de dólares en los últimos cinco años.
Reunión en la UIA. Paralelamente a la partida de la delegación argentina a Brasil, el ministro de Asuntos Estratégicos de Brasil, Roberto Mangabeira Unger, se reunió en Buenos Aires con el vicepresidente de la UIA, José Ignacio De Mendiguren.
En el encuentro, el brasileño manifestó su intención de coordinar con el gobierno, el empresariado y los trabajadores locales políticas propias, de transformación al sistema económico mundial. "Hay que dejar de copiar a las instituciones de los países del Norte", y constituir entidades propias a nivel Mercosur que tengan más que ver con el acontecer regional", afirmó.
"Tiene que haber una agenda de inversión pública en gran escala y estímulos públicos a la privada. Y que esto no sea oportunidad para generar un gran clientelismo político. Hay que crear una nueva institucionalidad, y no privilegiar los intereses cercanos a los gobiernos actuales", dijo Mangabeira.
Por su parte, De Mediguren, afirmó: "Compartimos la propuesta, el desafío que nos trae el ministro, para no esperar que las soluciones vengan de aquellos que han generado la crisis".
Respecto de las diferencias entre los industriales de ambos países, el ministro brasileño dijo a radio América: "No se van a resolver instantáneamente las divergencias y las rivalidades comerciales, pero hay una necesidad de abrir un nuevo camino de largo plazo, de crear instituciones más concretas para la región".
De esta manera, el funcionario brasileño estimó que "las divergencias comerciales aparecerán como menos importantes o más accesibles de resolver" y concluyó: "Hay que dejar de copiar a las instituciones de los países del norte".
Fuente: La Nación