La zona Panamericana – General Paz genera varias oportunidades logísticas, comerciales y de infraestructura.
El cruce de Panamericana y General Paz se transformó en un importante nodo urbano, único en su género por sus ventajas basadas en aspectos geográficos y de transporte, sumadas a una disponibilidad de espacios para seguir construyendo.
De esta forma, Herman Faigenbaum, director general de Cushman & Wakefield Cono Sur, presentó un estudio que analiza en profundidad las ventajas de esa zona (barrio de Saavedra, Villa Martelli y la localidad bonaerense de Vicente López).
De los aproximadamente 50.000 m² de oficinas que existían en 2010, se estima llegar a unos 260.000 m2 en apenas dos años, cuando finalice la década. Este crecimiento ya cambió la fisonomía del área y modificó varios aspectos relevantes para el negocio inmobiliario.
Hay 67.009 m² de edificios construidos y 55.361 m² por hacer, mientras que en proyecto hay disponible 134.558 m². Estas cifras, como es de esperar, tientan a varios desarrolladores. El valor logístico no es un tema menor, teniendo en cuenta la existencia de las autopistas que pasan por el lugar.
En partes
El documento “Nodo Panamericana – General Paz: un cruce de oportunidades” -elaborado por Cushman & Wakefield y Oficina Urbana- destaca algunos ítems a tener en cuenta. Está ubicado en un punto clave de ingreso a la Ciudad de Buenos Aires yendo desde la zona norte de la provincia; el 50% de los vehículos que ingresan a CABA ingresan por ahí; hay una gran disponibilidad para seguir construyendo; y está la posibilidad de seguir expandiendo la oferta comercial, que posee centros de salud y educación, espacios verdes y de entretenimientos.
El trabajo presentado se divide en tres capítulos: Características, Sectores y Tendencias. En el primero se describen y analizan a fondo factores como su ubicación estratégica, la accesibilidad, la movilidad interna, los usos actuales y la disponibilidad para construir.
Como la situación de la zona no es uniforme, se la dividió en cuatro sectores para estudiarla mejor. En ese sentido, la segunda unidad temática analiza en detalle las particularidades de cada uno de los cuatro sectores que naturalmente derivan del cruce de las dos principales vías. El tercer capítulo apunta más hacia el futuro, para lo cual plantea una serie de propuestas y tendencias.
El estudio cuenta también la evolución que experimentó el lugar desde mediados de la década del ‘90, cuando el plan de obras encarado en el Acceso Norte constituyó el punto de partida para que las empresas comenzaran a instalarse, lentamente primero y a un ritmo cada vez más acelerado a medida que pasaban los años.
Por su parte, Roberto Converti, director de Oficina Urbana, expresó: “Los cambios ocurridos hasta hoy serán, incluso, más trascendentes en el futuro, generando un ciclo permanente de radicación de actividades”. Al respecto, comentó que “el mejor funcionamiento es la complementariedad. El trabajo convive con el esparcimiento”.