Poco a poco, el mercado va aceptando la incorporación de motorizaciones de menor contaminación y mayor especialización.
En la Argentina, el mercado está mutando hacia lo eléctrico.
El autoelevador a combustión de 2,5 toneladas de capacidad fue el clásico del mercado durante muchos años. Sin embargo, en los últimos tiempos comenzó a ceder en su reinado debido a las mutaciones en la demanda hacia equipos más específicos, más amigables hacia el medio ambiente y de menores costos operativos.
En el mercado local, siguiendo las tendencias globales, en especial en lo referido a los depósitos, los equipos eléctricos han ganado terreno, en los primeros tiempos con los de baterías de plomo ácido. Pero últimamente los de litio comenzaron a ocupar espacio, gracias a una prolongada vida útil, el menor consumo de los cargadores, la mayor eficiencia energética y los menores tiempos perdidos en las cargas y recambios.
“Esta tecnología representa una reducción de costos, en comparación con los eléctricos estándar, que requieren dos o tres baterías, según cuál sea la operación, el de litio es un equipo con una sola batería que implica una modificación en el sistema de trabajo, ya que da la posibilidad de hacer cargas de oportunidad más consecutivas”, explicó Santiago Gramajo, gerente de Ventas & Marketing de Toyota Material Handling Mercosur.
Agregó que “además ya no es necesaria la persona de mantenimiento de flota que se dedica a la carga de baterías, no se necesita un espacio para su alojamiento, como era con las batería tradicionales y también se prolonga la vida útil del equipo”.
Gramajo insistió en que “en la Argentina, el mercado está mutando. La tendencia es ir hacia lo eléctrico. Con una relación que no supera el 40% de la flota, todavía estamos lejos de Europa o Estados Unidos donde la relación es de más de 50% y puede llegar hasta 70%, pero seguimos esa tendencia mundial. Vemos que el porcentaje de demanda de equipos eléctricos será mayor”.
Aseguró que “en la comparativa el mantenimiento del equipo eléctrico es mucho más bajo” y precisó que “si bien la inversión inicial es mayor, a partir del tercero o cuarto año el costo operativo cambia y la curva disminuye. Con baterías de plomo ácido todavía se debe calcular el costo de recambio, pero en las de litio eso baja aún más. Además el mantenimiento es mucho más sencillo, no tiene filtros, no tiene cambios de aceite, no genera residuos”.
Con esa perspectiva, la empresa presentó el Traigo 80, una nueva línea de autoelevadores eléctricos alimentados con baterías de 80 voltios y que se ofrecen con capacidad para tres toneladas y media, cuatro, cuatro y media, cinco, seis, siete y ocho toneladas con la opción de tener tecnología de litio, dado que “el mercado se está especializando más, principalmente en lo que es warehouse, donde las operaciones son más específicas”, insistió el directivo.
Consignó que también incorporaron “una traspaleta, la LPE 200 B algo más básica y económica que la tradicional de Toyota LPE 200, que apunta a las operaciones no demasiado intensivas, que no requieran de trabajar tres turnos, en las que se utilice una sola batería”.
En igual sentido, la empresa presentó un apilador reach Raymond con batería de plomo ácido que, sostuvo, “es único en el mercado mundial, por su altura de 13,767 metros (542 pulgadas), con pantógrafo de doble profundidad, con una capacidad de carga de 454 kilogramos en el máximo de su requerimiento” dijo el gerente de Ventas & Marketing de Toyota Material Handling Mercosur.
En el país, el equipo de mayor altura era de 11,50 metros, aunque el estándar era de 10,50. Para Gramajo este apilador se podrá destinar al “e-commerce, en almacenes más cercanos a las zonas urbanas, donde es mayor el precio del metro cuadrado, lo que puede llevar a que los depósitos tengan más altura, por lo cual estos equipos comenzarán a tener mayor demanda”.
Fuente: Transporte & Logística – La Nación