El gerente general de TCA, Alexander Boot, busca optimizar la experiencia de los usuarios en las seis sucursales que tiene la compañía en el país.
180.000 toneladas de carga aproximadamente en exportación e importación se operan por año
Desde hace más de un año y medio, Alexander Boot forma parte de una “transformación” de la Terminal de Cargas Argentina (TCA), en un contexto de importantes cambios que realiza Aeropuertos Argentina 2000. El objetivo de trabajo es dar más previsibilidad y eficiencia a las operaciones que se llevan a cabo en la compañía.
A partir de marzo de 2018, ya como gerente general de TCA, puso foco en las continuas mejoras en el servicio, optimizando infraestructuras a la altura de las demandas globales y en búsqueda de certificaciones internacionales que garanticen cada movimiento en cada una de las terminales de la compañía.
“Cumplimos una función de apoyo al comercio internacional argentino. Todo lo que agregue previsibilidad y claridad hace que la ecuación económica sea más fácil y, por lo tanto, más negocios que se puedan viabilizar. Esto da tranquilidad y abre posibilidades para que más gente exporte”, dijo Alexander Boot.
TCA es el depósito fiscal de carga aérea con origen o destino internacional y ejerce un rol fundamental como auxiliar del servicio aduanero. “Todo lo que sale de la Argentina hacia otro país por vía aérea pasa por el depósito fiscal de la empresa”. De la misma manera, todo lo que llega por avión transita por TCA antes de ser nacionalizado”, explicó el directivo.
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– ¿Qué es lo que impulsó las transformaciones en marcha?
– TCA no es ajeno a los cambios que está atravesando AA2000; hoy nos vemos y entendemos como una empresa de servicios. En TCA siempre estamos pensando en mejorar, perfeccionando los tiempos de procesamiento, la calidad del servicio y la infraestructura de frío. Además, estamos simplificando la estructura tarifaria.
A nivel AA2000, la compañía tiene seis unidades con sus respectivos gerentes generales. Además de TCA, está Ezeiza, Aeroparque, las regiones Noreste, Oeste y Sur. Estas divisiones permiten estar más cerca de nuestros clientes.
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– En esa situación, ¿qué desafíos tuvo TCA?
– El área de cargas requería algunas inversiones adicionales. La tendencia mundial de la carga aérea son los sectores farmacéutico y de perecederos. Retomando la cuestión vinculada a nuestro régimen de precios establecimos cuatro conceptos que todos entienden: un cargo por manipuleo, estadía, adicional de frío o carga peligrosa, y otro que se llama “Armado de vuelo” para exportación, mientras que para importación es el movimiento de carga para control. Además, hay otros servicios adicionales. A través de nuestra web www.tca.aero, fácilmente pueden simular sus futuras operaciones y saber cuánto van a pagar por las mismas.
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– ¿Cuáles fueron las principales inversiones?
– Desde marzo de 2018, hemos hecho un plan de inversión de 100 millones de pesos para el área de perecederos, cámara de frío de importación y el depósito Directo a Plaza (DAP), que se inauguró en agosto de este año. La cámara de frío puede estar entre 0 y 4 grados Celsius, y es importante el dato porque el estándar de la industria es entre 2 y 8 grados. Además porque la Argentina exporta arándanos que necesitan estar más cerca de 0 grados. Tener esa condición de frío es fundamental para el precio que el productor argentino cobra por ese producto en el exterior. Y eso nos mereció el reconocimiento del sector de arandaneros. Otra inversión destacada fue en Tucumán, donde hay un depósito fiscal de características fascinantes.
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– ¿Cómo se tradujeron esas obras en números?
– La exportación aumentóentre un 15 y 20 por ciento, con respecto a 2018, y prevemos que van a crecer bastante más. La importación ha caído notablemente durante el último año debido a la realidad del país.
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– ¿Qué están haciendo con las sucursales?
– Contamos con cuatro: Córdoba, Mendoza, Mar del Plata y Tucumán, que fue punta de lanza de los cambios que hicimos para federalizar el negocio. Decidimos poner a las sucursales como puertos secos, que son lugares donde se verifica las mercaderías que después se van por barco. También simplifica controles e incrementa la vida de góndola del producto. Hicimos un esfuerzo enorme para concretar estas habilitaciones ante la Aduana. Por ejemplo, el negocio de limones en Tucumán está funcionando muy bien, y sentimos que hay mucho más para crecer.
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– ¿En qué tipo de certificacionesestán trabajando?
– Estamos trabajando en distintos frentes. Buscamos certificaciones en materia de seguridad, en nuestro rol de agente acreditado. En lo operativo, empezamos con las de perecederos sobre la base de la cámara que construimos, y que esperamos concluir antes de que termine 2020. Esa certificación le dice al mundo y a todos los operadores que TCA es un lugar de excelencia para manejar su carga perecedera o farmacéutica. El próximo paso lógico es una certificación C-TPAT para generar más canales verdes en Estados Unidos. Lo que queremos hacer a largo plazo es crear una Farmazona, que será un depósito exclusivo para el manejo de productos farmacéuticos por vía aérea y que permitirá al país posicionarse como hub farmacéutico regional.
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