El presidente de la entidad que reúne a los despachantes de aduana en la Argentina destacó que la facilitación de las operaciones debe tener en cuenta el efectivo seguimiento de cada proceso.
Alejo González Prandi
La mayor preocupación que tiene hoy el Centro Despachantes de Aduana (CDA) es la modificación de la resolución 4259/18 de la AFIP que triplica el valor FOB de las mercaderías que podrán ser importadas mediante los Prestadores de Servicios Postales PSP/Courier.
El presidente de la entidad, Enrique Loizzo, afirmó a Info Transporte & Logística que el Centro presentó un recurso de reconsideración con la posibilidad de seguir recurriendo y una medida cautelar.
Mientras se trabaja en un nuevo proyecto sobre la Colegiatura de los despachantes para elevar al Congreso Nacional, Loizzo hizo hincapié en las distintas iniciativas en marcha, los temas de capacitación para los socios y los espacios ganados a nivel nacional e internacional.
Si se llegara a implementar la resolución 4259/18, ¿cómo se vería afectado el despachante de aduana?
La posición que asume el Centro se plantea en tres cuestiones. La primera es lo que nos afecta laboralmente; la segunda es la desigualdad que se plantea, debido a que se esta permitiendo que estás operaciones las haga un operador no habilitado; la última es la cuestión de los controles.
¿De qué forma puede repercutir esas cuestiones?
Van a restar un poco de trabajo a la actividad. Se está planteando que un courrier pueda importar libremente, sin límites de cantidad, hasta 3.000 dólares. Se le permitiría a un operador que no está habilitado hacer una declaración aduanera prácticamente de carácter informativo y no detallada, como la hacemos nosotros. Creemos que se puede generar una autopista de lo que no pueda llegar a corresponder.
¿A qué se refiere?
La resolución prevé que hay mercadería que no puede ingresar bajo ese régimen porque tiene algún tipo de intervenciones o prohibiciones de carácter económico, a través de las cuales hay que solicitar autorizaciones ante terceros organismos, como Senasa, Anmat, entre otras. Pero nos preguntamos si van a hacer suficientes los controles. ¿Se van a controlar temas como piratería o fraude marcario y su facturación?. ¿Quién asegura que no habrá subfacturación para ingresar por esa vía? Nadie lo asegura. Creemos que los controles no son suficientes.
¿Cuáles son las funciones del despachante de aduana?
Es un operador habilitado por el servicio aduanero. Su utilización está previsto por la ley. No es un intermediario, es un profesional y auxiliar del servicio aduanero. El Estado nos otorga una facultad y matrícula para operar. Esa responsabilidad hace que pongamos en las manos del Estado la documentación y la facilitación que tiene una operación de comercio exterior para que la fiscalice. Lo hacemos hace 105 años. El courrier no es el enemigo, pero se le da la posibilidad de realizar algo para lo que no está habilitado.
¿Qué implica el concepto de facilitación en el comercio exterior?
Cuando se habla de simplificar, se entiende que el Estado quiere hacerlo para facilitar y controlar. Simplificar es hacer una norma más sencilla para un mejor acceso en cuanto a las necesidades de hacerlo más ágil. Y el control hay que pensarlo dentro de la facilitación, sin perder su objetividad.
¿Cómo se está incorporando el CDA al avance tecnológico?
Está tratando constantemente de propiciar estas mejoras y colaborando con el socio, dándole el mayor aporte informativo que podamos, como cursos, seminarios y aprendizajes nuevos. El Estado se está dirigiendo hacia un modelo informático digital, lo cual es necesario. Acompañamos este cambio. Siempre estamos a la vanguardia. Además de dar asistencia técnica al Estado, a través del la VUCE, tuvimos capacitaciones en el Centro sobre Trámites a Distancia (TAD), Seguridad Eléctrica u organismos, como Senasa y Administración General de Puertos, entre otros. Capacitamos al socio en cada cambio tecnológico que hay. La participación público-privada es constante.
¿Por qué no se aprueba el proyecto de la Colegiatura?
Es una vieja historia y un viejo anhelo de los despachantes. Se trabajaron en varias comisiones y por cuestiones ajenas se descartó la excelente voluntad que han puesto todos los directivos que pasaron por el CDA. Hicimos algunos avances. A través de algunos congresistas, estamos viendo de volver a presentar un nuevo proyecto sobre el que ahora estamos trabajando. Sería fundamental lograrlo porque marcaría la jerarquización final de nuestra profesión.
¿Qué logros le gustaría destacar de su gestión y qué iniciativas llevan adelante?
A los pocos días de asumir, tuvimos una cuestión muy importante que fue el Fondo Común Solidario, que es lo que garantiza la operatividad del despachante de aduanas. La AFIP nos había intimado a justar los valores que teníamos. Presentamos una medida cautelar. Logramos que la resolución tuviera una prórroga. Cumplimos, pero no nos quedamos conformes porque en vez de garantizar en efectivo, planteamos la posibilidad de utilizar el seguro de caución. Lo conseguimos. Fue histórico. Por otra parte, participamos de eventos internacionales. Formamos parte de la Asociación de Agentes Profesionales de Aduana de las Américas (Asapra), donde el CDA tiene la vicepresidencia para el área ConoSur y tenemos un puesto en el directorio del IFCBA (International Federation of Customs Brokers Associations). Además, del 13 al 16 de septiembre, en la ciudad de Rosario, vamos a hacer el Encuentro Nacional de los Despachantes de Aduana y el de Agentes de Transporte Aduanero.
¿Cuántas representaciones tienen en el el país?
En total son 19 representaciones, prácticamente cubriendo todo el país. Tenemos reuniones trimestrales con las filiales para hablar sobre los problemas en agenda. Inauguramos cuatro corresponsalías este año: Necochea, Jujuy, San Juan y Santa Fe.