Eficiencia y claves de aplicación en la logística y el comercio exterior.
Hablar de inversión inteligente en el mundo es prepararse cada vez más a una vida digital diseñada para hacer compras online, misiones comerciales virtuales e inversas, con una competitividad estructural que aún está en construcción, porque así como hay comunidades que ya solo hablan de blockchain y de bitcoins, hay otras que aún siguen operando y buscando precios con el billete en la mano. Cómo unir esos mundos y achicar la brecha es una incógnita que no tiene a un solo decisor. La clave es que requiere de la interacción de jugadores que actúan no sólo en la política y la economía, sino también en la tecnología e innovación. Moderada por el periodista especializado Emiliano Galli y con la presencia de Agustín Kelly, director de comercio exterior en InvestBA, el tema fue debatido en la Expo Logisti-k 2018.
“¿Qué es lo más disruptivo de esta tecnología? Lo más importante de todo es que antes siempre para resguardar una información digital necesitábamos un tercero de confianza, ahora el blockchain elimina a los intermediarios (el costo de las comisiones bancarias de enviar un producto de un lugar a otro) y descentraliza toda la gestión en el control de los usuarios. Esta tecnología va a cambiar el mundo y si sirve para emitir acciones o bonos sirve para financiarse. Hay que estar listos para los cambios que se vienen en los próximos años y pensar en cómo meter blockchain en la industria”, señaló Gonzalo Blousson, de Signatura, la plataforma que asegura la veracidad de la información sin acudir a terceros.
Federico Darnond, de Bitex, hizo un análisis del impacto que está teniendo el bitcoin, el dinero nativo de internet, virtual e intangible, no emitido por un Gobierno y aceptado como medio de pago. “El bitcoin no depende de un país, es un valor en sí mismo y es transnacional, esto es análogo al Whatsapp, es agnóstico a la frontera, no le importa, no la ve; segundo, tiene liquidez global en sí mismo y no hay que confiar en la liquidez del otro porque ya la tiene por naturaleza, y lo tercero, es que quita la intermediación y ya no hay una cadena de personas que tienen que ejecutar acciones para poder transferir valor sino que lo podemos hacer nosotros. El bitcon es el valor que viaja en el medio”, afirmó.
Para ampliar la penetración del blockchain en el comercio exterior y sobre la logística, Víctor Barrionuevo, de Wobax, habló de la necesidad de que las aduanas y los operadores encajen con más sentido para facilitar el comercio, en un mundo cada vez más competitivo. Advirtió que el comercio exterior está evolucionando pero “no lo hace a la velocidad de la tecnología. Si no empezamos a adaptarnos, los que están haciendo negocios y contratos de manera inteligente nos van a pasar por el costado”. Y a modo de reflexión, agregó: “creer que por tener un buen precio voy a ser competitivo en el mundo es un error. De nada sirve normas macro y operaciones inteligentes si seguimos pasando mercaderías con hormigas por detrás de las fronteras y éstas no llegan en tiempo y forma”.
Alejandro Prince, de Prince Consulting, apuntó a vincular blockchain a la economía 4.0 o digital, pero en un tiempo distinto: “hay que bajar la pelota, pisarla y mirar el arco porque las tecnologías suelen tener eso de que uno cree tener una bala de plata que va a resolver todos nuestros problemas, con blockchain se pueden lograr pero a lo mejor no sea todo”. Señaló que el cambio de paradigma vendrá con “una buena reingeniería de procesos y con el cloud y el blockchain vamos a tener dos arquitecturas adecuadas dentro de cincos años y una explosión cognitiva, una transformación digital de la productividad en las formas de hacer las cosas tan o más sorprendente de la que hemos tenido en los 50 años previos”.
Por último, María Munaro, de IBM, destacó que frente a un nuevo escenario “los bancos dejaron de verse como competencia y pasaron a ser socios potenciales, compartiendo información a la que se pudiese acceder entre todos y sin llegar a la locura de querer obtener información que no les correspondes y manteniendo los límites, todo puede florecer mejor. Podemos estar un poco atrasados en tecnología pero hay que animarse a dar ese salto”.